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10, diciembre 2017 - 20:23

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Desde que se supo que la final del Apertura 2017 enfrentaría a Monterrey y Tigres se generó un entorno de preocupación por la conducta que tendrían las aficiones de las dos escuadras. Y es que en Clásicos anteriores, los ánimos se calentaron a tal grado de que los seguidores de Tigres fueron golpeados severamente en las tribunas de la casa de La Pandilla.

Sin embargo, todo esto quedó solamente como un triste recuerdo, ya que esta vez el comportamiento de los hinchas rayados y de la U de Nuevo León estuvo a la altura de lo que se jugaba.

Los albiazules fueron inmensa mayoría, pero desde la previa en las afueras de su casa, se mostraron respetuosos con los felinos que se dieron cita y lucieron orgullosos la camiseta de sus Tigres.

Algunos aficionados de Monterrey portaron mantas con la leyenda “Clásico sin violencia”, con lo que quedó más que claro su deseo de que la fiesta transcurriera en paz.

El dispositivo de seguridad fue nutrido. La llegada al inmueble de ambas instituciones fue bien escoltada desde sus respectivas concentraciones, por lo que a diferencia del jueves anterior, esta vez arribaron sin retrasos.

Cabe mencionar que en cada puerta de acceso al recinto se hizo una revisión minuciosa de los abonados para que solamente pudieran ingresar los dueños del mismo, por lo que cada foto fue comparada con el portador, quien no coincidiera, no pudo presenciar la final en el estadio.

La semana de fiesta en la Sultana del Norte concluyó en paz, como una muestra de que puede haber una sana convivencia aun y cuando en la cancha estén dos rivales de toda la vida