POR ABIGAIL PARRA

LOS catalogados grandes enfrentamientos o clásicos del futbol mexicano tienen un por qué. La historia en el futbol mexicano ha dado las primicias para que año tras año se puedan esperar grandes enfrentamientos como el catalogado Clásico Joven, y aunque varios rechacen la existencia de otros duelos así, es verdad que la rivalidad entre Cruz Azul y América tiene toda la antesala para que los mismos jugadores estén predispuestos a tener una batalla diferente entre estos dos equipos.
Fue un 9 de julio de 1972 cuando cementeros y Águilas vieron nacer esa rivalidad futbolística. Los años de máxima gloria para los celestes comenzaban, pues una década después de ascender al máximo circuito del balompié nacional, La Máquina entablaba esa masiva acumulación de títulos y en la temporada 1971-1972 el Azteca recibió a Cruz Azul y al América para aquella final que se jugó, por mutuo acuerdo, a un solo partido, en el que los recién incorporados al futbol mexicano se llevaron la gloria con un contundente 4-1.
Así nace el llamado Clásico Joven. Con anotaciones de grandes leyendas cementeras, Héctor Pulido, Octavio Muciño (doblete) y Fernando Bustos, que dejaron sin aliento al América que apenas pudo responder con una anotación de Enrique Borja.
La revancha vendría en esa misma época para las Águilas, pero en la Copa México, en la que vencieron a los cementeros en la final de 1973; sin embargo, La Máquina los callaría con la final del Campeón de Campeones con un 2-1. No había nada que parara a los celestes, la década de los 70 era suya y el dominio sobre los azulcremas era notorio con 13 juegos sin perder entre campañas regulares y liguillas grupales.

REVANCHA
Los años 80 vinieron con sabor a revancha para las Águilas, quienes voltearon los papeles y tomaron como víctima a La Máquina, a la que eliminaron de Liguilla en la temporada 1983-1984 y dieron, en 1982, la máxima goleada en estos cotejos con un 5-0. Pero lo más satisfactorio para el América fue el campeonato 88-89 en el que vencieron 5-4 en global a los cementeros, la revancha había llegado.

NOVENTAS
Ya para la década de los noventa, el dominio se tornaba alterno para los dos cuadros. Las liguillas 92-93 y 93-94 son recordadas por la eliminación de los celestes a manos del conjunto de Coapa. En la temporada 94-95 los azules se desquitaron al sacar del juego a las aves y llegar a la gran final contra Necaxa, pero en la 95-96 las Águilas volvían hacer la travesura de quitarle la Liguilla a su rival.

UNA FINAL MÁS
Actualmente, Cruz Azul parece tener al mismísimo fantasma del “subcampeón” con el América, pues en la final del Clausura 2013, los azulcremas humillaron y robaron el título a los cementeros en sólo cinco minutos que fueron suficientes para que el guardameta de Coapa, Moisés Muñoz, y el entonces americanista Aquivaldo Mosquera se vistieran de héroes y cambiaran el nombre grabado en la copa por el del América. Aquella fue una inolvidable final para propios y extraños del futbol, pues era el “quiebre” de más de 15 años sin ver el título para los azules.
Este sábado, dos grandes rivales se volverán a ver las caras, ¿el escenario? La cancha del estadio Azul en la que hace un año el marcador terminó 1-1 en el Apertura 2013.