MONTERREY.- Cero y van dos, Miguel Ángel Ayala no aprendió la lección; en el Apertura 2013 el “Jerry” Flores fue la víctima de la imprudencia del árbitro al no detener el duelo entre Cruz Azul y Jaguares que se jugaba bajo una torrencial lluvia, el central lo detuvo durante doce minutos pero después siguió.

El lateral celeste sufrió una rotura parcial de ligamento de la rodilla derecha luego de pelear un balón con Luis Robles; Ayala fue suspendido por la Comisión de Arbitraje, pero el “Jerry” se perdió el resto del torneo.

Lo peor para Flores es que en ese momento se encontraba como el candidato ideal para ocupar la lateral derecha en el Tricolor, ya pasó un año y Gerardo no logra recuperar su nivel ni un llamado, incluso ha sido relegado a la banca celeste en constantes ocasiones por Rogelio Chávez.

Por casualidad o destino, a Miguel Ángel se le presentó un panorama similar al de esa tarde gris en el estadio Azul.

El escenario esta vez fue el Tecnológico de Monterrey, Rayados recibía al Guadalajara, la lluvia una vez más se hizo presente, pero no fue en ese momento, el aguacero cayó desde un día anterior.

Ayala probó el campo y decidió junto con el Comisario que el duelo sí se disputaría, la culpa es conjunta.

La lluvia y los charcos sólo permitieron 11 minutos de partido, pudo haber sido más pero la lesión de Hiram Mier logró hacer conciencia en todos.

Tres minutos después de diálogo entre el árbitro, capitanes y técnicos, Ayala pitó el final del partido, posponiéndolo para otra fecha.
El árbitro hizo lo correcto, pero tardó demasiado, el juego nunca debió de iniciar.

Ayala seguramente será sancionado, la situación fue la misma, ya sabía cómo debía actuar y no lo hizo. (Javier Juárez).