ANTES de soñar con hacer un gran Mundial, creo que hay pasos previos que la Selección Mexicana debe dar. Algunos ya los dio, como ser nuevamente el campeón del área. Por algo irá el próximo año a la Copa Confederaciones. Después ha intentado ganar la Copa América, a la que no siempre pudo asistir con sus mejores jugadores, como sucedió en las recientes ediciones. Pero también tocó dos veces la puerta de la gloria continental, al disputar las finales de 1993 y 2001. Si el Tricolor piensa en llegar a instancias muy grandes en un Mundial, creo que también es crucial demostrar en la Copa América que eso puede suceder.
La razón es muy sencilla. Si nos vamos a las recientes Copas del Mundo, encontramos que en 2006 y 2010, el Tricolor fue eliminado por un sudamericano, como Argentina, que además le ganó a México la final de la Copa América que se disputó en Ecuador. Curiosamente, en el cruce para la siguiente ronda, podrían estar justamente los argentinos. Si las potencias sudamericanas nos han impedido crecer, ya ni hablar de las potencias europeas. Es por eso que esta Copa América representa un reto muy grande para nuestra Selección, porque ahora es cuándo para superar a los más grandes de América, y que le han impedido al Tricolor alcanzar objetivos históricos.
De entrada, al tener un equipo altamente competitivo, el mejor de los últimos años, se espera que México haga algo grande. Basta ver el momento que viven algunos jugadores como Javier Hernández, quien al final de este torneo podría ser el máximo goleador histórico de la Selección Mexicana. Está el propio Layún, que no afloja el paso y está convertido en un jugadorazo. Ni hablar de Héctor Herrera. También hay elementos que vienen de ser campeones en sus respectivas ligas, como Andrés Guardado, Héctor Moreno, Raúl Jiménez y hasta Hirving Lozano. Otros tienen sed de revancha, como Memo Ochoa, Diego Reyes, el “Gullit” Peña, los otros dos porteros como Talavera y Chuy. En fin es innegable la calidad que tiene este equipo, que andará por varias ciudades de Estados Unidos, pero en donde se pare tendrá el apoyo del público y se sentirá como en casa.
La experiencia va a ser completamente nueva para el entrenador Juan Carlos Osorio, quien comenzó su etapa con el pie derecho y que gracias a eso ha evitado la fuerte crítica que siempre hay sobre el seleccionador nacional. El colombiano ha sido muy cauto en todo sentido, evita caer en el enredo, en las polémicas y ha recurrido a su derecho de mover piezas a su antojo. En los choques de preparación sacó buenas conclusiones, al menos las suficientes para armar el mejor cuadro contra Uruguay, otro con el que también hemos tenido problemas para alcanzar instancias más grandes.
Es definitivo que si en esta Copa América no se trasciende y no se hace algo grande, cuando el torneo vuelva a Sudamérica será más complicado y cuando en un Mundial nos volvamos a encontrar con selecciones como la de Argentina, sabrán que México no sabe dar pasos decisivos, trascendentes e históricos. Hoy inicia el torneo, es ahora… ¿o nunca?

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