Por Héctor Reyes

El marchista Éder Sánchez y la velocista Zudikey Rodríguez contraerán nupcias en Valle de Bravo, Estado de México, en un jardín con vista al lago, rodeado de montañas en el pueblo colonial, con una sensación alpina, un extraordinario escenario.

“Va a ser un jardín muy privadito (San Gaspar). No lo rentan para fiestas, pero al tratarse de Zudy hicieron una excepción. Es un lugar muy padre, no es turístico pero vale la pena para disfrutar una tarde. Está al lado del lago y hay una vista espectacular. Estamos invitando amigos atletas, deportistas retirados, medallistas olímpicos, marchistas… ¡Va a ser una boda olímpica, un reencuentro muy bueno!”.

La historia de amor de Eder y Zudikey comenzó en la adolescencia, los caminos de ambos los separaron, pero tuvieron un encuentro casual a partir de un mensaje de texto. Renació lo que había quedado como un sueño de adolescentes. El reencuentro tuvo un impacto que nunca imaginaron.

Ambos deportistas se conocieron en la adolescencia, durante una Olimpiada Infantil y Juvenil. Éder se concentró en la caminata, la adoptó como una profesión. En el caso de Zudikey, corredora de 400 metros planos, 400 metros con vallas y el relevo 4 por 400 estudió en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, en Chihuahua.

Hace un año y siete meses en la isla de Cozumel, Éder le declaró su amor y propuso matrimonio. Le entregó el anillo de compromiso y todo se dio, dijo, de una manera especial. Ambos estaban en recuperación, ella de la rodilla y él de sus cirugías, en una etapa de descanso y ahí fue donde la vida los volvió a reunir.

“Ya teníamos planes desde hace tiempo, nada más que  ahora que hay un especio en diciembre decidimos aprovechar el momento y lanzarnos con todo para ya casarnos y continuar nuestra preparación para Juegos Olímpicos que es nuestro objetivo y continuar en el deporte que es lo que nos apasiona”.

Eder mencionó que el ex diputado federal Gabriel Olvera es el padrino de velación; la doble medallista olímpica María Espinoza, madrina de arras; una de sus tías y hermana, de anillos; así como la  fisiatra Marina González, ofreció regalar dulces tradicionales en la boda de los atletas que tienen la mira puesta en Río 2016.

Regresó de California después de haber participado en una prueba de 50 kilómetros,  de evaluación para sus entrenamientos en la etapa de la preparación general – él ya cuenta con la marca mínima en los 20 km para asistir a los Juegos Olímpicos de Río -,  y solicitó a la CONADE un apoyo integral ya que este ciclo olímpico ha sido el más complicado de su carrera.