Atlantis llegó a pensar que perdía la lucha de apuestas con La Sombra, pero cuando lo prendió con la “Atlántida” sabía que el triunfo era de él para conquistar un trofeo más y acrecentar su leyenda.

“Es un trofeo dorado, gracias a todo el apoyo del público, todas las máscaras son complicadas, él es un joven difícil, pensé que iba a perder mi máscara, qué maravilla, es una máscara que sufrí bastante, la experiencia me avaló, agarré confianza”, dijo.

Fueron tres caídas complicadas las que se vivieron la noche del viernes en la Arena México, la primera y tercera para el “Ídolo de los niños”, quien llegó bien preparado, “no sabía si iba a ganar o perder, pero gracias a Dios tengo la novena máscara”.

Atlantis recuerda pocas cosas de lo ocurrido sobre el ring de “La Catredral”. Desconoce cuántas veces trató de aplicar la llave de sus grandes triunfos o cuántas estuvo en peligro, solo recuerda el momento en que la victoria fue de él.

Aunque tenía el objetivo de no apostar su máscara desde que destapó al Villano III, dijo que “ahí anda uno de hablador, el año pasado agarré otra importante (Último Guerrero), pensé que iba a terminar mi máscara en manos de La Sombra”.

De la intervención de Rush, quien lo golpeó en repetidas ocasiones, fue expulsado por el comisionado y regresó en el tercer episodio para interrumpir, dijo que “sino hubiera sido por el réferi no se que habría pasado”.

Finalmente, tras indicar que “las ganas de seguir vivo como Atlantis” fueron importantes para salir vencedor, no quiso hablar de futuros retos o advertencias como la de Rush, pero dejó en claro que se siente en óptimas condiciones para seguir su carrera.

“Quiero festejar, mi corazón se me sale de tanta satisfacción y orgullo, tiene igual de importante que todas, es la novena, cada máscara tiene su lugar, me ha costado ganar cada una en su momento”.

“Soy luchador, me encanta, si vuelvo a nacer quiero ser luchador otra vez. Me siento bien y motivado, parece que gané la primera máscara”, concluyó Atlantis, quien dedicó el triunfo a él, personaje que llevó de cero a 10, y al público.