28, diciembre 2025 - 6:00
Afición de Tiburones Rojos de Veracruz mantiene la esperanza de que regresen a Liga MX _ FOTO SARAHÍ MELECIO __ ENVIADA
A 50 años de fidelidad, un aficionado de los Tiburones Rojos de Veracruz mantiene viva la historia, los recuerdos y la esperanza de volver a ver futbol en el Pirata Fuente.
Ser aficionado de los Tiburones Rojos de Veracruz no se explica, se siente. Es una herencia que se lleva en la piel, en la memoria y en el corazón. Aunque el equipo hoy no existe en el futbol profesional, su historia sigue viva gracias a aficionados como Enrique Vidrio, quien lleva 50 años acompañando al club entre desapariciones, regresos, sufrimientos y alegrías.
“Seguimos firmes, esperando algún día volver a ver a nuestros queridos Tiburones Rojos de Veracruz. Con solo mencionar el nombre del equipo se despiertan los recuerdos, la esperanza y las ganas de volver a verlos en el Pirata Fuente”, compartió Enrique en entrevista con ESTO.
¿Cuándo se fundaron los Tiburones Rojos?
El 9 de abril de 1943 se constituyó legalmente el Club Deportivo Veracruz, uno de los equipos fundadores del futbol profesional mexicano. Participó en la primera edición de la Primera División, entonces llamada Liga Mayor, jugando en el Parque Deportivo Veracruzano, sede que compartía con el béisbol de los Rojos del Águila.
Los Tiburones Rojos nacieron de la fusión del Veracruz Sporting Club y el España de Veracruz, rivales históricos que unieron fuerzas para representar al puerto en la nueva era profesional.
El nombre de Tiburones Rojos fue obra del cronista veracruzano Manuel Seyde, y desde entonces el escualo se convirtió en símbolo del equipo. El rojo, asociado a la pasión, el coraje y la fuerza; y el azul, representación del mar que distingue al puerto. Dos estrellas en el escudo recuerdan los campeonatos de 1945-46 y 1949-50.
¿Cuál fue la mejor temporada del Veracruz en Liga MX?
En la temporada 1945-46, Veracruz firmó una de las campañas más impresionantes del futbol mexicano: 18 partidos invicto, 105 goles en 30 encuentros y una racha de ocho victorias consecutivas. En esa época brilló Luis “Pirata” Fuente, máximo ídolo jarocho, pionero del futbol mexicano en el extranjero y símbolo eterno del club.
Décadas después llegaron otros momentos que marcaron a la afición: el ascenso del 2001, la Tiburomanía de la temporada 1989-90 y el campeonato de goleo de Jorge Comas, en una época donde Veracruz siempre jugaba al límite, con el alma en un hilo.
“Sufrimiento, esa es la palabra que define ser del Veracruz. Siempre se sufría para ganar, para empatar o para salvarse del descenso”, recuerda Enrique.
El amor de Enrique por los Tiburones Rojos se refleja en una colección que parece un museo: cerca de 290 jerseys, butacas originales del Pirata Fuente, fragmentos del piso del estadio, llaveros, relojes, pulseras, botellas, envases, y hasta dientes de tiburón.
“Todo lo que lleve el logo de Tiburones Rojos lo tengo. Es parte de mi vida”, cuenta.
Además, siempre que el trabajo se lo permitía, seguía al equipo como local y visitante. De esos viajes se llevó amistades por todo el país y una certeza: Veracruz siempre tenía apoyo, incluso fuera de casa.
La herida de no tener futbol… y la esperanza intacta.
Veracruz extraña a los Tiburones Rojos
La ausencia del futbol en el puerto sigue doliendo. El ritual del estadio, la batucada, el folclor y la convivencia cada 15 días forman parte de la identidad jarocha.
“No creo que otro equipo pueda llegar y llenar ese vacío si no se llama Tiburones Rojos de Veracruz. El nombre pesa, la historia pesa, los recuerdos pesan”, afirma Enrique.
Para él, el regreso del futbol debe ir acompañado de respeto por la historia, de proyectos serios y de no repetir errores del pasado.
“Somos una afición golpeada, pero noble. Merecemos congruencia, seriedad y respeto. El equipo va a regresar, estoy seguro. Solo hay que tener paciencia y que quienes lleguen entiendan lo que significa ser Tiburón”.
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