No llegó la que hubiera sido una de las mayores sorpresas en la historia del boxeo. Aunque lo hizo a secas, Anthony Joshua cumplió con los pronósticos y a pesar de que no cumplió su palabra de hacerlo antes del cuarto round, el inglés sí noqueó a Jake Paul, quien fue dominado a lo largo de la pelea y hasta por momentos protagonizó actos vergonzosos al tirarse a la lona para sobrevivir un poco más.

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Anthony Joshua se quedó con el triunfo por la vía rápida en el Kaseya Center tras un derechazo al minuto con 31 segundos en el sexto round, en una pelea que estaba pactada a ocho episodios, en peso pesado y con guantes de 10 onzas.

Se trató del primer examen real en la carrera de Jake Paul y ahora sí sintió lo que es pelear contra un boxeador todavía vigente, excampeón del mundo y hasta monarca olímpico. De tal modo que la prueba para el youtuber no sería sencilla y así sucedió. Desde los primeros compases de la reyerta, el norteamericano radicado en Puerto Rico exhibió su estrategia más que comprensible, aunque para nada atractiva.

Rendimiento de Jake Paul causí críticas y burlas

En los dos primeros asaltos Jake Paul se dedicó correr para cumplir el primer objetivo, evitar los golpes de Joshua, quien era consciente de que tenía que cumplir con los pronósticos, llevar el mando y mostrar el dominio en el encordado. El influencer sabía que sus posibilidades de triunfo eran pocas o nulas, por lo que al menos la idea era completar la ruta de los ocho capítulos. En el round inicial ambos cayeron a la lona por un infame abrazo.

A partir del tercer round, el de Gran Bretaña decidió caminar un poco más para recortar distancias y quitarle lo correlón a Jake Paul. No obstante, Anthony Joshua no alcanzaba a conectar el golpe letal frente al norteamericano, quien comenzó a tener confianza y hasta por momentos se notó burlón y no era para menos pudo hasta conectar un jab a su rival.

El guion prosiguió en el cuarto asalto, Jake Paul se mantenía alejado y en momentos de apremio su estratega antideportiva le dictaba tirarse a la lona de manera vergonzosa hasta que el tercero en la lid le llamó la atención al norteamericano. El inglés, por su lado, resultaba incapaz de descifrar lo sucedido. Los abucheos aparecieron desde las gradas.

Joshua Anthony dominó la pelea

Joshua había prometido noquear a Paul antes del cuarto episodio y no lo cumplió, la pelea resultó bastante deslucida y las críticas comenzaron a parecer para “AJ” porque tampoco demostraba esa diferencia que podría verse entre un profesional con trayectoria y un amateur todavía en crecimiento. Las piernas ya no le daban al Chico Problemático.

En el sexto asalto, por fin Anthony Joshua se despabiló, sabía que era vergonzoso no derribar a Jake Paul y consiguió el nocaut tras encontrar las combinaciones anheladas. Un derechazo con su oponente esquinado hizo la diferencia y el estadunidense cayó a la lona para que la pelea ya no siguiera. De nada sirvió lo correlón y burlón de Paul, quien acabó lesionado de la mandíbula. Y aunque ganó, lo demostrado por el inglés tampoco resultó tan brillante para alguien, quien tenía los argumentos para exhibir más diferencia entre uno y otro.

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“No fue definitivamente mi mejor actuación. Tenía en la mente derrotar a Jake Paul, lo quería hacer antes de este round (antes del sexto), le quiero dar el reconocimiento a Jake Paul por haberme enfrentado y porque intentaba, se paró como un hombre y a todo hombre que se ponga los guantes hay que darle el respeto, pero ahora se encontró contra un verdadero boxeador y no puedo esperar que venga el 2026 para tener la oportunidad de pelear contra Tyson Fury”, dijo Anthony Joshua al finalizar la pelea.