En su momento le hizo frente y llevó hasta el límite a Óscar de la Hoya y también consiguió un empate frente a la leyenda Julio César Chávez, muestra de que tenía un talento extraordinario, una pegada de cuidado y una habilidad para quitarse las combinaciones de sus oponentes, era considerado “El Mago” y para otros fue conocido como el “Tokio Santa”.

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Miguel Ángel González era de uno de los pugilistas mexicanos más sobresalientes de las décadas de los 80 y 90, pero lamentablemente la fama, el éxito, las malas compañías lo sumergieron en el mundo de las adicciones, el alcohol y las drogas se convirtieron en sus en enemigos más complicados y en la actualidad mantiene su lucha contra ellos.  

El capitalino se desmoronó, pero gracias al respaldo del Consejo Mundial de Boxeo, que preside Mauricio Sulaimán, y hasta del propio Julio César Chávez, poco a poco se atendió para alejarse de esos vicios que aquejan a millones de personas en México y en el mundo.

Miguel Ángel González, un ejemplo para dejar las drogas

Ahora Miguel Ángel es un ejemplo de que se puede alejar de esas perdiciones, aunque es consciente de que se trata de una pelea constante, a sus 55 años (nació el 15 de noviembre de 1970) sigue con la guardia arriba en busca de conseguir el nocaut definitivo.

“Ahora puedo dar testimonio que cuando se quiere una cosa se puede contra las drogas y el alcohol, no es fácil quiero decirlo, pero afortunadamente y gracias a Dios seguimos dando buenos resultados y eso es el compromiso que hice con el Consejo Mundial del Boxeo”, indicó Miguel Ángel González.

González Dávila, quien en la despedida de Chávez González en la Plaza México se llevó la noche por la espectacular batalla que protagonizó contra Ernesto Carmona, quiere ser un ejemplo para la juventud y más allá de las dificultades es una muestra de que se puede salir de ese mundo oscuro.  

“Sigue siendo difícil, siempre va a ser difícil yo pienso, pero tenemos la responsabilidad nosotros para poder dejar buen ejemplo para toda la juventud que ahorita está muy pérdida y es bueno de alguna manera dar este ejemplo que cuando se quiere se puede”, expresó para el periódico ESTO.

Miguel Ángel González asegura que salir de las drogas es mucha fuerza de voluntad

A cualquier otra persona le podría costar trabajo hablar del tema de las adicciones y más cuando peleó contra ellas durante muchos años, pero para Miguel no es incomodó y mandó un mensaje a esos jóvenes quienes están envueltos en una situación similar a la que vivió.

“El mensaje es mucha fuerza, mucha voluntad, mucho trabajo, tener el compromiso con el primer objetivo claro de que esto de las adicciones y el alcohol no es nada bueno para nadie”.

Admitió que lamentablemente alcanzó la fama y el dinero y cuando menos se percató ya estaba sumergido en las adicciones por lo que es consciente que falta preparación en los deportistas para prevenir este tipo de situaciones y manejar mejor eso que el boxeo les suele redituar.

“Siempre cuando hay fama, dinero y éxito ahora veo que el éxito no viene solo, viene con muchas cosas que no sabes manejar como deportista que hay que tener una preparación para ello y eso desde las barreras lo ves y seguimos trabajando para poder demostrar”.

González no tiene arrepentimientos

“Tokio Santa” entiende que de nada sirve arrepentirse por lo acontecido, vive su presente siempre con la mirada firme y mirando para el frente. “No serviría de nada (arrepentirse) es de ir para adelante, no serviría de nada recordar. Ahora estoy bien gracias a Dios y eso es lo que me tiene bien y de alguna manera el entorno donde estoy sin alcohol y drogas siempre va a ser mejor”.  

Miguel Ángel González le envió un mensaje a ese Miguel Ángel González pequeño que soñaba con ser un campeón mundial. “Que siga como él quiera y que es un buen deportista y eso es lo que debe transmitir para las nuevas generaciones como deportistas, dar ejemplo en todos los ámbitos”.

“El Mago” protagonizó peleas importantes, quedó para el recuerdo ese empate frente a Julio César Chávez o aunque perdió frente a Oscar de la Hoya dejó una buena impresión, también tuvo 41 peleas invicto, sin embargo, para el nacido en el Distrito Federal su batalla más importante es la que mantiene contra las adicciones y aunque ya salió de su etapa de rehabilitación en Hacienda Nueva Vida, donde permaneció más de medio año, es consciente de que esta lucha es de constancia. 

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“Con esta (pelea ante las adicciones me quedo), yo pienso que con esta del alcohol es una pelea que está uno en la cuerda floja, entonces pienso que es la mejor pelea que estoy llevando a cabo, es la que siempre quiero ganar”. Y dejó en claro que se puede conseguir el nocaut. “Y se puede noquear, definitivamente claro que se puede”.