17, diciembre 2025 - 14:22
PSG ganó la Copa Intercontinental foto_ Reuters
El futbol suele tener héroes inesperados. Hace algunas semanas, el arquero Matvey Safonov tenía un rol secundario en el París Saint-Germain. Una lesión de Lucas Chevalier, sin embargo, le abrió la puerta de la titularidad y el ruso no la desaprovechó; incluso se adueñó de ella. Su figura se hizo gigantesca en la tanda de penales que definió el título de la Copa Intercontinental en favor del PSG tras imponerse con marcador de 2-1 al Flamengo. El título que le permitió a los franceses ganar un sextete histórico, tras coronarse en Liga, Copa, Champions League, Supercopa de Francia, Supercopa de Europa y ahora la Intercontinental. En la historia, solo el Barcelona de Guardiola y el Bayern de Hansi Flick habían logrado la proeza.
Tras un intenso partido en el que las fuerzas de franceses y brasileños lucieron igualadas, fiel reflejo del 1-1 que mandó el duelo a la prórroga y después a los penales, pocos imaginaban que Safonov irrumpiría de tal forma. Fue cosa de que los cobros comenzaran para que el Flamengo descubriera que no sería una definición fácil. Salvo el gol de Nico de la Cruz, que abrió la tanda, el guardameta ruso demostró una capacidad sin igual para aguantar y lanzarse.
Así logró detener los disparos de Saul, Pedro, Leo Pereira y Araujo. Su monumental actuación incluso salvó los papeles a Dembélé y Barcola, que erraron sus disparos y comprometieron el resultado. Su parado en la línea estuvo al límite; incluso en varias ocasiones pidieron la repetición del disparo, pero fueron más sus reflejos felinos que otra cosa.
Como no podía ser de otra manera, una vez definido el encuentro en favor de los franceses, sus compañeros lo cargaron y lo elevaron por los cielos, en reconocimiento a una presentación para el recuerdo.
París Saint Germain sufrió, pero ganó otro título
Para llegar ahí, ambos equipos debieron soportar el sufrimiento que generan esta clase de finales. Luis Enrique avisó en la previa que le hubiera gustado no enfrentar al Flamengo, pero casi siempre en la Intercontinental el destino termina por enfrentar al europeo con el representante de la Conmebol. El último recuerdo del PSG ante un equipo brasileño fue la derrota 1-0 ante el Botafogo en el Mundial de Clubes, así que no estaba tan equivocado.
A la eterna pregunta sobre si los equipos brasileños podrían competir en Europa con cierto nivel, los resultados han demostrado que sí. No hubo una superioridad manifiesta del PSG sobre su rival, por más que por grandes lapsos lo sometiera con su juego de posesión.
Parecía un juego de engaños, ese de mostrarse como el rival quiere, para luego sorprender. El Flamengo se metía profundo en su campo a la espera de una salida rápida que potenciara los espacios naturales que suelen dejar los franceses.
Los goles tardaron en caer. El primero en hacer daño fue Khvicha Kvaratskhelia, en una buena jugada colectiva que, si prosperó, fue también debido a la suerte, y un balón que el arquero Rossi quiso cortar y lo dejó a merced del extremo, que definió en solitario.
El empate llegó en la segunda mitad, tras una falta dentro del área que el árbitro marcó y después el VAR confirmó. La presencia de Jorginho prácticamente aseguraba el gol para los brasileños. El italiano cobró como suele hacerlo, al engañar al arquero y definir justo al otro lado de donde decide lanzarse.
Los minutos restantes estaban para cualquiera. Cada uno en su estilo, eso sí. El PSG con su juego de posesión, y el Flamengo a la contra. Ambos gozaron de oportunidades, pero ninguno logró aprovecharlas. Los penales en el Estadio Áhmad bin Ali parecían destinados, aunque su definición fue por completo inesperada. Cosas del futbol.
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