Cruz Azul llegó a Qatar. Tras un viaje de más de 20 horas desde Monterrey y con la reciente eliminación de semifinales aún fresca, La Máquina arribó a Doha para encarar la Copa Intercontinental, donde representará a México y a la Concacaf en el duelo que tendrá frente a Flamengo, campeón de la Copa Libertadores y uno de los gigantes del continente, con la ilusión de seguir con vida en el torneo hasta la final, el próximo 17 de diciembre ante PSG.

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El recibimiento fue cálido y protocolario. Al ingresar al aeropuerto Hamad International, los jugadores cementeros fueron recibidos por miembros del comité organizador, vestidos con thobes tradicionales, quienes les colocaron bufandas oficiales del torneo con los colores azul y rojo. Además de que toda la delegación celeste posó para la fotografía oficial de bienvenida.

El club cementero compartió imágenes de su llegada, donde se aprecia al plantel con indumentaria de viaje, atravesando los pasillos del aeropuerto y en abordaje el autobús oficial del torneo, rotulado con el nombre de Cruz Azul en árabe y español. Jugadores como el capitán Ignacio Rivero, acompañado por Jorge Sánchez, el portero Andrés Gudiño y Lorenzo Faravelli, fueron los que captaron el lente cruzazulino.

Cruz Azul ya entrenó en Qatar

Ya instalados en Doha, el equipo de Nicolás Larcamón realizó sus primeras sesiones de trabajo. El ambiente fue particular, mientras el grupo trotó en la cancha de entrenamiento, a lo lejos se escuchó el rezo Isha, último llamado del día en la tradición musulmana, un recordatorio de que La Máquina enfrenta un entorno completamente distinto al habitual.

En la parte deportiva, el cuerpo técnico no contó con el Chiquete Orozco, quien no realizó el viaje a Qatar por la lesión que sufrió en la Sultana del Norte ante Tigres.

Mientras que el guardameta Kevin Mier ni Andrés Montañó tampoco estuvieron, quienes se mantienen en recuperación, pero el resto del plantel estuvo disponible para realizar activación física, ejercicios regenerativos y un ligero trabajo con balón tras el largo trayecto.

El clima del anochecer en Medio Oriente y la cercanía del estadio Ahmad bin Ali, como sede del duelo ante Flamengo, marcaron el arranque de una preparación exprés. Con apenas poco tiempo para adaptarse al jet laj y al huso horario de nueve horas de diferencia, Cruz Azul deberá acelerar su aclimatación para enfrentar a uno de los rivales más poderosos del torneo.

La Máquina ya está en Doha. Su llegada representa el inicio formal de la aventura internacional, una prueba demandante como competir contra Flamengo, uno de los equipos más fuertes de Sudamérica, y hacerlo apenas días después de cerrar un semestre extenuante en la Liga MX, y con el desazón de la eliminación sin alguna final.

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