La historia de los Chiefs invencibles, aquellos que conquistaron el oeste de la AFC durante nueve temporadas consecutivas, tendrá el 2025 como el final de todo. Kansas City aún podría apelar a un milagro para meterse a la postemporada, pero la posibilidad de hacerlo como campeón divisional quedó totalmente descartada tras la derrota 20-10 ante los Texans.

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Era un partido clave para los Chiefs, porque en esa búsqueda del comodín Houston aparecía como uno de sus rivales directos. La derrota los dejó con una marca 6-7, mientras que los Texans se colocaron con un récord de 8-5, justo en la frontera de los equipos clasificados.

Kansas City no tuvo un buen juego

Como se esperaba, fue en un duelo de defensivas en el Arrowhead Stadium. Dos unidades que ahora mismo están muy por encima de lo que sus ataques pueden dar. En ese panorama, la de los Texans figura como una de las mejores de la liga. Houston logró contener los embates de los Chiefs al dejar a Patrick Mahomes con una pobre cosecha de 131 yardas y tres intercepciones, con apenas el 40 por ciento de sus pases completados. El mariscal de campo hizo lo que pudo para mantener vivas sus ofensivas, pero la conexión con Rice y Kelce, sus mejores hombres, falló. El receptor apenas terminó con 19 yardas mientras que el ala cerrada con ocho, cifras muy alejadas de sus estándares. Las últimas series se vieron frustradas con pases que pegaron en sus manos, pero al dejarlos caer el intento de remontada quedó en eso, en un intento. De nada sirvió una tibia reacción tras un touchdown de Hunt y un gol de campo de Butker en el tercer cuarto.

Los Chiefs desaprovecharon la oportunidad

La pobre presentación a la ofensiva bien pudo representar una paliza para los Chiefs, sin embargo, su defensa logró mantenerlos en el partido. Houston logró mover con relativa facilidad el ovoide durante el primer medio. CJ Stroud aprovechó para sacar una ventaja de 10 puntos tras un gol de campo de Fairbairn y un pase de touchdown a Bolton.

Todo cambió para la segunda mitad. Por grandes lapsos, el ataque de Houston se vio anémico, y en reiteradas ocasiones debieron entregar el balón. La puerta se abrió cuando los Chiefs comenzaron a jugársela en cuarta oportunidad en su propio territorio. Los Texans aprovecharon para aumentar la renta con una acarreo Ogunbowale a la zona prometida. Ya en los segundos finales, Fairbairn sentenció el triunfo con otro gol de campo. Parece el principio del fin para la dinastía de los Chiefs.

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