Guillermo Ochoa vivió un juego sin sobresaltos en Lárnaca. En su décimo partido en la Liga de Chipre, el portero mexicano respondió en las pocas intervenciones que le exigió el juego y acompañó el triunfo del AEL Limassol, que venció 3-1 al Omonia Aradippou en el estadio Antonis Papadopoulos. El resultado lo afianzó en la zona media con 20 puntos, cada vez más cerca del grupo top-6.

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El equipo de Memo quiso aprovecharse de uno de los sotaneros en Chipre, en un partido marcado por la urgencia de Omonia por alejarse del descenso y la necesidad de Limassol de afianzarse en media tabla.

Guillermo Ochoa y AEL Limassol ganan a Omonia Aradippou

El equipo de Hugo Martins llegó a campo ajeno con la idea de ser efectivo y sostenerse en la jerarquía de Guillermo Ochoa, señalado por la prensa local como una de las piezas que han devuelto estabilidad a su club.

El sudafricano Luther Singh, fue el protagonista absoluto. No habían pasado ni cinco minutos y el atacante abrió el marcador tras un pase profundo de Sérgio Conceicao, y un disparo cruzado y potente, imposible para el portero rival. No pasó mucho y se repitió la fórmula luego de un servicio de Leo Natel, que Singh controló dentro del área y definió con un remate raso al poste contrario.

Ochoa, al otro lado del campo, aportó calma, no fue exigido y fue el mando defensivo que sostuvo la ventaja en un partido que, por momentos, se jugó bajo el asedio del Omonia.

El AEL controló el ritmo del encuentro, administró su ventaja y buscó el tercer tanto a su cuenta sin mucho éxito. El conjunto de casa necesitaba reaccionar y lo hizo antes del descanso. Henriques mandó un centro desde la izquierda y Giorgos Pontikos apareció con un cabezazo dentro del área que venció a Guillermo Ochoa, y que castigó una marca muy pobre de la zaga visitante. Eso le devolvió al partido la emoción y un guion incierto.

Ochoa llega a 4 partidos sin derrota

El segundo tiempo comenzó con un AEL más cauteloso y un Omonia decidido a empatar. Jaly Mouaddib probó con un disparo que Guillermo Ochoa controló sin dificultad. Aquel aviso confirmó el impulso local, sin embargo, el desgaste pasó factura, Limassol adelantó líneas y buscó el golpe definitivo.

Ese premio llegó cuando Nemanja Glavcic sorprendió con un remate lejano que botó antes de llegar a Kostic y terminó en el fondo, tanto que le devolvió tranquilidad al conjunto de Memo.

El 3-1 final reflejó la diferencia entre ambos equipos y devolvió calma a un AEL que ha empezado a mostrar constancia bajo la gestión de Hugo Martins. Ochoa, sólido y sin estrés durante todo el encuentro, volvió a brindar estabilidad en el arco y se confirmó como una pieza fiable en la reconstrucción del equipo de Limassol.

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