El AEL Limassol escribió una gran gesta en Chipre. El equipo de Guillermo Ochoa venció al APOEL en su propia casa y en el último suspiro. Con el portero mexicano con una actuación notable, el duelo parecía encaminado a repartir puntos, pero un contragolpe final decretó los tres puntos para la visita.

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Un golpe que retumbó en toda Nicosia y que afianzó al equipo de Memo en media tabla. 1-2 final.
Todo comenzó como un duelo complicado de visita para el equipo de Memo Ochoa contra el club más ganador en la historia de Chipre.

Guillermo Ochoa y AEL vencen al APOEL

El AEL Limassol entendió que su visita al GSP Stadium sería una prueba de resistencia ante un APOEL que salió decidido a imponer condiciones. Los locales avisaron con un potente disparo de Konstantinos Stafylidis que obligó al mexicano a reaccionar y concedió tiro de esquina. Fue el primer gran aviso.

APOEL dominó la posesión y la iniciativa ofensiva. Todas las acciones giraron alrededor del área de Ochoa. AEL, en contraste, lució sin capacidad de sostener la posesión ni de generar peligro real.

La insistencia local se convirtió en premio. Un centro de Max Meyer encontró a Korbous y Milosavljevic lo derribó. El árbitro no dudó y marcó penalti. Mathías Thomas ejecutó con potencia y venció a Ochoa, quien adivinó la dirección, pero no alcanzó a desviar.

El asedio del APOEL no se detuvo. El guardián tricolor volvió a intervenir cuando Franz Brorson conectó un cabezazo tras un tiro de esquina. El mexicano controló sin problemas, aunque su equipo seguió sin poder salir del agobio que impuso el líder histórico del futbol chipriota. El AEL fue un equipo incapaz de retener el balón y muy lejos de generar ocasiones de peligro.

La segunda mitad inició con un guion inesperado. Después de haber sido superado durante todo el primer tiempo, el AEL encontró oxígeno. Luther Singh desbordó por la banda derecha, pisó el área y Diego Rosa provocó la caída del volante visitante.

El silbante señaló el punto penal ante la sorpresa general, pues el equipo de Ochoa no había generado ningún sobresalto hasta ese momento. Sergio Conceição transformó la pena máxima con un cobro bien colocado que dejó sin opción a Gabriel Pereira, que decretó el 1-1 como golpe inesperado.

Desde el empate, el equipo de Memo mejoró notablemente. Cuando todo apuntaba a un empate, Limassol sorprendió a todos en la agonía. Al minuto 96, en un contragolpe letal, Andreas Makris entró al área por derecha y definió desde el punto penal para firmar el 1-2 definitivo. Un golpe seco para el APOEL y un premio enorme para los visitantes.

El AEL celebró con euforia una victoria de enorme mérito, no solo por conseguirla en la casa del club más ganador de Chipre, sino porque representó su segundo triunfo consecutivo y un impulso clave que lo reafirma en la mitad de la clasificación.

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