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20, noviembre 2025 - 12:12

┃ Rafael Santiago

Potros Guerrero, la filial de Atlante en Acapulco/Foto: X @NostalgiAscenso

Hay muy pocos estados que no tienen representación en los más grandes escalones del futbol mexicano, uno de ellos Guerrero, mismo que se ha encontrado rezagado en términos de equipos profesionales en cualquier deporte, incluso en el futbol, el cual reina en el territorio pero que sigue sin encontrar un equipo que lleve su pasión a la Liga MX o hasta en la Liga de Expansión. Sin embargo, a pesar de ser contados los intentos, sí ha habido ocasiones donde su busque romper con esta idea, particularmente en Acapulco.

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Acapulco, posiblemente el puerto turístico más mediático del país, ha visto en sus playas el nacimiento de ideas, en su mayoría no cristalizadas.

Guerrero, uno de los pocos estados sin futbol en primera o segunda división

Históricamente hablando Guerrero es de esos estados que se han quedado atrás en términos de equipos deportivos de todo tipo. Han tenido representación en el basquetbol de primera línea, pero nunca pasando más de una temporada vigente.

Son muchas las trabas que se han tenido para que, hasta el momento, un equipo del territorio figure en los primeros planos, sin embargo, los intentos llamativos yacen del futbol deporte más popular en el estado y que ha hecho que año con año se anhele con una inversión que permita llevar sus sueños a otra plataforma.

Acapulco, el puerto al que se le ha negado el futbol

Dentro del estado de Guerrero hay un municipio en el cual se han hecho la mayor cantidad de intentos porque allí se pueda florecer futbolísticamente hablando y ese es Acapulco, la joya turística más reconocida no solo del estado sino del país.

El primer intento por llevar el futbol a Acapulco se concretó en 1986, cuando se decidió trasladar la franquicia de Surianos de Iguala al puerto. Llevando ese nombre por dos años hasta que se renombró como Guerreros de Acapulco, mote derivado del propio nombre del estado.

En 1990 se consiguió el mayor logro de un equipo de Guerrero, ser campeón de segunda división y con ello el ascenso a la primera división A. El gusto duró solo un año, ya que descendió a la temporada siguiente. Sin embargo, el equipo fue invitado como fundador de la nueva categoría de ascenso. Estando allí de 1994 a 1997, cuando fueron vendidos para convertirse en Truenos de Cuautitlán, filial del Necaxa.

Potros Guerrero, la filial de Atlante en Acapulco

De 1997 a 2000 Acapulco se quedó sin futbol profesional, pero al año siguiente, en el 2001, nació una idea a manos del Atlante. Que para ese entonces ya tenía una filial en segunda división, de trasladar su segundo equipo de la ciudad de Cuernavaca llamada Potros Marte y posicionarla en el puerto de Acapulco, nombrando al equipo Potros Guerrero.

De la mano de este equipo llegaron jóvenes jugadores y promesas atlantistas como Luis Gabriel Rey y Federico Vilar. Quienes junto con futbolistas más experimentados y también ex atlantistas como Fabián Estay y Andrés Carevic regresaron las emociones a la Unidad deportiva de Acapulco.

Fue en este espacio donde por tres años los acapulqueños se sintieron representados, adoptando este equipo como suyo. Y más aún cuando la directiva del Atlante los nombró únicamente Acapulco Futbol Club, donde rápidamente adoptaron el apodo de los jaguares. Esto en representación del guerrero jaguar que figura en el escudo de armas del estado.

Con el popular refresco local Yoli como principal patrocinador y el escudo oficial del estado también como logo del club, por tres años el equipo hizo vibrar a uno de los puertos más emblemáticos.

Sin embargo, esto volvió a durar muy poco, ya que en el 2004 la directiva de Atlante tomó la decisión de nuevamente mudar su filial. Ahora a la ciudad de Nezahualcóyotl, fundando el Atlante Neza y terminando así la historia más reciente de Guerrero en segunda división.

Proyectos fallidos de segunda división en Acapulco

Desde ese entonces muchas veces han salido a la luz proyectos que afirman querer llevar futbol de nueva cuenta al puerto desde la liga de ascenso. Muchas primeras piedras en terrenos distintos.

De todos ellos, el proyecto que más cerca estuvo de concretarse, uno encabezado por el polémico empresario Mohamed Morales. En su momento dueño del Veracruz, quien incluso comenzó una llamativa construcción de un nuevo estadio en las inmediaciones de la laguna de tres palos. Quedando inconcluso y como un claro elefante blanco.

Hoy en día su gran estructura a medio terminar es solo un recuerdo de lo difícil que ha sido para Acapulco tener un equipo de gran impacto en su territorio.

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