Al América se le apareció el Diablo y le robó el alma. El equipo de André Jardine perdió su mística, esa que siempre lo respalda cuando las adversidades llegan. El crema nunca compitió en el último juego del torneo y eso, ante Toluca, es letal, 2-0 final.

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El planteamiento del entrenador azulcrema ilusionó. La dupla Rayito-Maximin prometió velocidad en la parte alta, pero fue el rojo el que impuso condiciones con un Paulinho inspirado y la mente de Antonio Mohamed para llevarse la victoria.

La cima era posible para el cuadro visitante. América, con sus múltiples bajas, soñó con poder exorcizar los demonios que lo aquejaron en la última final del futbol mexicano. El averno vibró como aquella tarde y las Águilas sufrieron el mismo problema que aquel 20 de julio.

Sin un referente de ataque, Jardine innovó con cuatro volantes. Reyes, Fidalgo, Gutiérrez y el Chiquito Sánchez intentaron ampliar el campo y dominar la zona media. El Turco no se quedó atrás, con su línea de cinco, pobló las bandas y dejó a Helinho, junto a Paulinho en la parte alta.

Paulinho campeón de goleo

Los mexiquenses dominaron con su dupla. Paulinho prendió una pelota perfecta que fue al ángulo. El Nemesio estaba a punto de estallar, cuando el abanderado le quitó el grito de la garganta al marcar fuera de lugar.

El segundo anuncio fue certero. El pase de Castro a la espalda de la defensa dejó a Paulinho en el área. Juárez lo persiguió, Cáceres sólo le vio el número, frente a Malagón, el portugués cruzó. ¡Gol del Toluca!
Con la ventaja en el marcador, los escarlatas entraron al complemento con confianza total.

Jardine movió sus piezas, sabedor de que su experimento no funcionó. El Rayito y Gutiérrez se quedaron en el banquillo para que el Búfalo Aguirre fuera a la punta, mientras que Zendejas se pegó a la banda derecha.

Toluca dominó por completo al América

Luis Ángel Malagón se equivocó en una salida. El arquero fue con los puños en alto, no contactó la pelota y golpeó claramente a Paulinho para un penalti que el Trivi Santander no dudó en cobrar.

Con las miradas en su pierna izquierda, Helinho supo la responsabilidad que le venía. El brasileño observó a la derecha y engañó por completo a Malagón con un disparo suave que besó la red.

El segundo gol sentenció el encuentro. Saint-Maximin fue el que más lo intentó. Con dos intentos, el francés hizo figura a Hugo González. La segunda, la mandó directo al larguero. Nada le salió al cuadro de Coapa.

Los últimos minutos parecieron de trámite. América mandó al Pato Salas, Jona Dos Santos y Lichnovsky, mientras que Mohamed retiró a sus mejores futbolistas. Marcel, Paulinho y Helinho terminaron de ver el juego en la banca.

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No hubo más en el Nemesio Díez, el Diablo le robó el alma al América, aquella Águila combatiente y que jugaba sin temor en cualquier cancha, ahora ve el escudo del Toluca y comienza a temblar.