Durante poco más de un lustro, el FBI emprendió una investigación que consistía en un plan para estafar a jugadores de póker y que derivó en 31 acusaciones federales donde resultaron involucrados un par de figuras de la NBA.

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De acuerdo con la investigación del FBI, todo comenzó el abril de 2019 cuando uno de los acusados (Robert Stroud) y un grupo de cómplices usaron tecnología para manipular partidas ilegales póker.

Los clientes se sentían atraídos por la presencia de ex atletas profesionales reconocidos como Chauncey Billups, campeón de la NBA con los Detroit Pistons y actual coach de los Portland Trail Blazers.
Eran muchas las artimañas que implementaban para estafar a los jugadores. Estas iban desde con máquinas amañadas que leían el orden en que se repartían las cartas, se empleaban mesas de rayos X, cartas marcadas y hasta cámaras ocultas.

Este mismo concepto se utilizó en partidas donde estaban involucrados tanto Billups como Damon Jones, otro ex jugador de la NBA.
La Cosa Nostra (LCN), una mafia italiana, estuvo involucrada en esta estafa con el apoyo y protección para este grupo de estafadores.

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De igual forma, la investigación marca que uno de los acusados blanqueó las ganancias de los juegos de póker a través de empresas fantasmas, pagándole a clientes en efecto o criptomonedas.
Ricky Patel, agente especial a cargo de Investigaciones de Seguridad Nacional de Nueva York, declaró que “con la presunta participación de tres familias mafiosas de La Cosa Nostra, un entrenador de la NBA y miembro del Salón de la Fama, así como otros atletas profesionales, tanto actuales como retirados, la investigación que culminó con la operación de esta mañana recuerda a una película de Hollywood. Pero esto no fue suerte ni teatro”.

En más declaraciones retomadas por ESPN, Christopher Raia, subdirector a cargo del FBI, mencionó que “utilizando el atractivo de grandes premios y la promesa de jugar junto a reconocidos atletas profesionales, estos acusados presuntamente defraudaron a víctimas involuntarias por decenas de millones de dólares y establecieron una vía financiera hacia La Cosa Nostra”.

Se estima que las víctimas perdieran una cifra de 7.15 millones de dólares.

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