Quizá los Packers nunca se imaginaron que tendrían que emplearse tan a fondo para derrotar a unos mermados Cardinals; ni siquiera el hecho de jugar de visitantes anticipaba una prueba tan compleja, pero ya se sabe que en la NFL nunca nada es lo que parece. Green Bay necesitó de sus mejores hombres para sacar un vibrante triunfo 27-23, en un duelo que se definió auténticamente hasta la última jugada del partido.

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Es cierto que los Packers han perdido fuelle y ya no son aquel equipo que apabulló a sus rivales al arranque de la campaña. El tema es que Arizona ha ido perdiendo hombres en el camino y al duelo de este domingo llegaban con una seguidilla de cuatro derrotas en fila.

Los Packers tuvieron desventaja

Los Packers desde un inicio supieron que la estadística servía de poco y llegaron a tener una desventaja de 10 puntos. Jacoby Brissett, en sustitución del lesionado Kyler Murray, lucía imparable y los Packers no encontraban la manera de frenarlo, ni a él ni al ala cerrada Trey McBride, quien anotó en un par de ocasiones.

Con el consuelo de apenas dos goles de campo, los Packers despertaron hasta la segunda mitad, cuando el juego terrestre comenzó a funcionar y Josh Jacobs, en duda por molestias, se hizo presente en la zona prometida. Otro touchdown del ala cerrada Tucker Kraft regresó a Green Bay al partido de manera oficial y el duelo se llenó de drama.

Green Bay fue efectivo

La diferencia para los Packers fue que pudieron ser mucho más efectivos en el último cuarto, justo cuando más importa. Green Bay logró hacer los puntos necesarios para tomar la ventaja sobre el final. El protagonista una vez más fue el corredor Josh Jacobs, quien conquistó la zona prometida con un acarreo de una yarda a falta de 1:50 minutos para el final.

Con tanto tiempo en el reloj, no era fácil para Green Bay contener a un equipo motivado gracias a una actuación muy por encima de sus posibilidades, además del apoyo de la gente. Lo cierto es que los Packers encontraron la manera, no sin el drama que representó esa última serie. Brissett logró llevar el ovoide a la zona roja y desde ahí buscó las diagonales, pero no las encontró.

Mención especial se lleva Micah Parsons, quien finalmente tuvo el impacto que los Packers esperaban de él al registrar tres capturas, la cifra más elevada de toda su carrera. Eso ayudó a contener a la ofensiva de los Cardinals y sellar la victoria. Green Bay quedó con una marca de 4-1-1, mientras que Arizona quedó en 2-5 y la temporada luce complicada.

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