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17, octubre 2025 - 11:21

┃ Rubén Beristáin

Cruz Azul entrenó junto con su afición _ Foto_ Lesslie Arredondo

La Noria volvió a vibrar. A un día del Clásico Joven del Apertura 2025, las instalaciones de Cruz Azul se transformaron en un auténtico hervidero de pasión. Desde temprana hora, decenas de aficionados comenzaron a congregarse en la entrada principal, con banderas, cánticos, al ritmo de tambores y trompetas que retumbaron en cada rincón. La Sangre Azul organizó un nuevo banderazo, como en aquellas jornadas decisivas de Liguilla o finales, para llenar de energía a su equipo antes de enfrentar a las Águilas del América.

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El ambiente fue una fiesta total. Familias completas, grupo de animación, niños con camisetas celestes y aficionados con décadas de fidelidad se unieron bajo un mismo grito: “¡Vamos cementeros!”. La cancha principal de entrenamiento se llenó de humo azul y blanco, bengalas y banderas ondeando al viento mientras el plantel realizaba su última práctica antes del duelo más esperado del semestre.

El entrenamiento fue abierto, y eso permitió una comunión especial. Los jugadores fueron recibidos con cánticos, aplausos y una atmósfera que no se ve en cualquier semana. Nicolás Larcamón y su cuerpo técnico salieron a saludar a la tribuna, conscientes del significado emocional que tiene este respaldo.
Las gradas de La Noria, decoradas con mantas y banderas, parecían una pequeña tribuna de un estadio. El humo enmarcó el momento como una postal perfecta, incluidos unos tirantes que formaron la palabra Cruz Azul. No fue un entrenamiento cualquiera, fue un pacto entre equipo y afición para encarar al acérrimo rival con el corazón encendido.

Afición acompaña a Cruz Azul de cara a su partido vs América

El buen ambiente se reflejó en los jugadores en todo momento. En el famoso ‘torito’, el jugador que perdía el balón era objeto de burlas y alguno que otro golpe amistoso de sus compañeros. Mateusz Bogusz recibió la tradicional pamba de sus compañeros al igual que Ángel Sepúlveda. Mientras Erik Lira fue mordido por parte de Carlos Rotondi en seña amistosa. Todo en medio de risas y gritos alentadores. Después, todo el grupo agradeció entre aplausos el apoyo que recibieron en casa.

Cruz Azul llegará al enfrentamiento contra América con la mirada puesta en la parte alta de la tabla. Más allá de los puntos, este partido representa historia, orgullo y cuentas pendientes. Las últimas tres eliminaciones en Liguilla ante las Águilas siguen frescas en la memoria cementera. Por eso, el banderazo no fue sólo una celebración, sino una declaración de que la afición cementera está lista y el equipo, alentado como pocas veces, también.

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