Entre abucheos y reclamos, México firmó un empate que supo a algo de alivio. En el estadio Akron, el Tricolor empató ante Ecuador que sirvió como bálsamo, aunque sin convencer del todo. Fue una noche en la que el equipo de Javier Aguirre mostró orgullo y algo más de orden, pero que dejó claro que el camino hacia el Mundial 2026 sigue lleno de dudas. La gente exigió, silbó y demostró que el actual juego no le convence. 1-1, final.

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México tuvo un arranque soñado en la Perla Tapatía. Apenas habían transcurrido dos minutos de juego cuando Germán Berterame aprovechó un error en la salida ecuatoriana para abrir el marcador y desatar la euforia en las tribunas, que hasta ese momento no estaba a su máxima capacidad.

Erick Sánchez presionó, el balón rebotó a su favor y quedó servido para que el delantero de Rayados definiera con frialdad ante el portero Hernán Galíndez. Un gol relámpago que marcó el segundo tanto más rápido de México ante Ecuador en la historia, y que parecía encaminar un partido redondo para el Tricolor.

México sin puntería ante Ecuador

México tuvo en sus manos la posibilidad de ampliar la ventaja, pero Julián Quiñones desperdició una oportunidad clarísima frente al arco. Esa falla le dio vida a Ecuador, que poco después encontró el empate gracias a un error en la zaga mexicana. Raúl Rangel salió tarde y sin decisión, derribó a Enner Valencia dentro del área, acción que fue revisada en el VAR y culminó en penalti. Jordy Alcívar tomó el balón y cobró con clase, engañó al guardameta tricolor con un festejo sobrio, casi sin celebrar, pero que silenció momentáneamente el estadio.

México mantuvo la intensidad, pero un concierto de errores ofensivos evitó que recuperaran la ventaja. Erick Sánchez tuvo una ocasión inmejorable frente al portero, pero su disparo se fue desviado, lo que provocó un visible berrinche de Javier Aguirre en la zona técnica. Poco después, Germán Berterame estuvo cerca con un cabezazo que se fue por encima del travesaño, y más tarde, Mateo Chávez apareció por sorpresa en el área, pero su definición se perdió por un costado. La Selección generó, pero no concretó, y dejó escapar oportunidades que pesaron.

México mostró una mejor cara respecto al desastre ante Colombia, con varios jugadores de recambio que respondieron. El equipo se vio más sólido, aunque influyó el discreto nivel mostrado por Ecuador. Incluso lo más relevante fue un conato de bronca entre jugadores que no pasó a mayores, salvo algunas amonestaciones. En cuanto a opciones de gol, sólo un remate de Marcel Ruiz y no hubo más.

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No fue un triunfo ni un golpe de autoridad, pero sí un paso adelante en el camino mundialista. México no se doblegó ante un rival sudamericano y recuperó parte de la confianza perdida. La afición respondió en Guadalajara y el equipo logró recomponer su imagen y cerrar la Fecha FIFA con un resultado digno, aunque con mucho por corregir antes del 2026.