Una autentica noche de pesadilla fue la que vivieron los Pumas en Ciudad Juárez, porque todo se resume con la derrota (3-1), pero nada les salió en la frontera; estuvieron distraídos, indisciplinados, con un hombre menos, y para colmo, la próxima semana jugarán el partido que no pueden perder: el Clásico ante América.

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Pumas llevaba una racha de siete partidos invictos y por lo menos en el papel por estar debajo en la clasificación, los Bravos serían un rival que podrían vencer, pero no contaron con que sus propios errores harían que los felinos tuvieran un juego para el olvido.

Los problemas universitarios comenzaron a los 13 minutos del juego cuando los Bravos cobraron rápido una pelota parada, Estupiñán remató en el área chica donde estaba sin marca, y Keylor no alcanzó a detener. Los de Ciudad Juárez ya iban adelante en el marcador, y Universidad Nacional poco a poco se iba a pique.

Pumas encontró el gol, pero no fue suficiente

Para el minuto 53 y Pumas ya con mayor garra y agresividad, vio la luz cuando La ‘Pantera’ Angulo le mandó la pelota a Adalberto Carrasquilla, quien entró directo al área sin la presión de la defensa brava; sin embargo, al llegar, ‘Coco’ luchó por el balón con Denzell García y lo jaló, pero aun así mandó la pelota al fondo de la red, pero el árbitro central tuvo que ver el VAR y decidió anularlo por la falta del panameño.

Y de inmediato, minutos después (59’), ahora sí el respiro de Universidad Nacional llegó cuando Pablo Bennevendo condujo la pelota por el costado derecho, le mandó un centro perfecto a Guillermo Martínez, quien remató de cabeza y así llegó el empate a uno, el cual los felinos celebraron de manera efusiva; sin embargo, las alarmas auriazules se prendieron porque el mismo ‘Memote’ se tiró al césped, se quitó el zapato y expresaba dolor en el tobillo derecho, por lo que de inmediato de la banca puma llegó el cambio y entro José Juan Macías.

Juárez cerró el partido ante Pumas en la recta final

Pero hasta ese momento, las cosas no estaban del todo mal para Pumas, incluso estaba siendo su mejor momento en el juego, pero el panorama se puso completamente obscuro cuando José Luis Caicedo, quien ya estaba amonestado, recibió otra tarjeta amarilla y por lo tanto salió expulsado (68’), y a partir de ese momento, Universidad se desmoronó, y los Bravos le hicieron honor a su nombre.

Llegó una pelota parada para los de la frontera, y en el área la defensa de Pumas no se ubicó correctamente. De hecho, Ruben Duarte dejó solo a Rodolfo Pizarro y el delantero mexicano no desaprovecho, y empujó la pelota que casi detiene Keylor Navas, pero terminó siendo el segundo gol bravo.

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Y la desgracia auriazul y la felicidad juarense ocurrió casi al silbatazo final (94’), cuando Guilherme Castilho, que estaba completamente solo en el área, empujó la pelota y marcó el tercer gol de Bravos y con el que Pumas terminó una de sus peores noches del torneo y justo antes de enfrentar al América.