América Femenil encontró redención rápida de la derrota sufrida que le dejó Chivas el pasado domingo. Era necesaria una victoria ante un rival de peso para recuperar la confianza y Pachuca fue la víctima que pagó los platos rotos del Clásico Nacional. Gracias al 1-0 de Scarlett Camberos, las Águilas sumaron tres unidades en la Concachampions con los que se adueñaron del subliderato del Grupo A y de paso le complicaron la calificación a las Tuzas.

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Las once azulcremas salieron a la cancha del Ciudad de los Deportes con el coraje atravesado del Clásico Nacional. Sin pensar en qué equipo les hizo la maldad, encontraron en las Tuzas un rival para cobrar venganza.

Está ocasión las transiciones fueron rápidas. Las paredes entre Palacios, Saldívar y Guerrero fueron efectivas. Las Águilas manejaron el balón y el ritmo del partido a su merced, al gusto de Ángel Villacampa. El juego mostrado por su equipo en la cancha dio sensaciones de adrenalina a los pocos americanistas que aguantaron la lluvia y el frío.

La primera que envió un aviso sumamente brusco fue Montse. La juvenil cruzó un derechazo que se estrelló en el poste izquierdo de Barreras. Saldívar no tardó en volver a tocar la puerta y esta vez el rechace de la guardameta se encontró con la trayectoria de Camberos.

La diez azulcrema aprovechó el rebote y empujó la pelota ante un arco sin protección alguna para poner el 1-0. Los festejos fueron mesurados, no hubo tiempo si quiera de chocar las manos, ya que la concentración absoluta le demandó a las locales volver a acomodarse para reanudar su agresiva presión a las hidalguenses.

Ángel Villacampa encontró la manera de bloquear a Charlyn Corral

Esta vez Charlyn no tuvo espacio alguno. Villacampa utilizó a Antonio y Karich para presionarla en cada ocasión que el balón llegó a sus pies. La indicación fue clara desde el banquillo, una recuperación rápida y verticalidad al instante. Gracias a ello América tuvo constantes llegadas al área albiazul.

Camberos estrelló un intento en el travesaño y otro más en las manos de la guardameta. Contrario a lo sucedido ante Chivas, asumió el rol de líder en el campo y la responsabilidad de generar peligro por las bandas. Todos los duelos contra Robles y Minota fueron efectivos, no hubo oponente capaz de detenerla.

En el peor momento de Pachuca, América no pudo duplicar su ventaja. Para fortuna de Óscar Torres y las suyas el descanso llegó. Ambos conjuntos retornaron con una cara distinta, las Águilas con timidez y distracción, mientras que las Tuzas sacaron la garra.

América Femenil perdió protagonismo en el final

Los papeles se invirtieron, las locales perdieron protagonismo, pero no se vieron dominadas. Aunque las Águilas cedieron la posesión del balón, supieron manejar el partido sin el balón. Rodríguez y Brewster se coordinaron a la perfección con Karich para aguantar los arribos en su área.

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Paños no fue determinante. La arquera española apenas y tuvo que tocar el balón con los pies en un par de ocasiones. El reloj comenzó a jugar a favor americanista y Pachuca cayó en las garras del peor enemigo de quien va perdiendo, la desesperación. América recuperó la confianza, ahora pensarán su retorno al Apertura 2025 contra Toluca.