Las barreras en el deporte siempre han estado para romperse. En mucha ocasiones, todos aquellos que quieren hacerse de un nombre en determinada disciplina tienen que vencer estigmas y pasar por encima del racismo, xenofobia o machismo. Kathrine Switzer demostró que las ideas misóginas alrededor del Maratón de Boston no tenían peso luego de convertirse en la primera mujer en correr alguna vez el trazado de 42.195 km de manera oficial.

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La historia de Kathrine en el running comienza a los 19 años. En aquel entonces era una estudiante apasionada por correr, la cual tuvo que entrenar de manera extraoficial con el equipo varonil de cross country por la inexistencia de una división para mujeres corredoras. Switzer conoció a Arnie, cartero de la Universidad de Syracuse y maratonista, en el club de corredores, quien la guio durante sus inicios, pero siempre le dejó en claro una cosa: las mujeres no podían correr el Maratón de Boston.

Kathrine Switzer: la primera mujer en correr el Maratón de Boston

Luego de que su mentor le pusiera límites a Kathrine, ella decidió demostrarle que sí era capaz de correr los 42 kilómetros sin ninguna clase de problema. Planearon un plan de entrenamiento que cubría la distancia total del Maratón, el cual la corredora de 19 años completó al mismo paso que Arnie e incluso lo retó a aumentar la distancia en 8 kilómetros más e incluso superó a su compañero, pues terminó el curso intacta, mientras que él casi se desmaya.

Luego de convencer a Arnie de correr el Maratón, Kathrine realizó su inscripción sin usar su nombre, pues aunque no existía ningún apartado de género, prefirió firmar como KV Switzer para que no existiera algún inconveniente en su proceso. Cuando llegó el momento algunos corredores se alegraron de ver a una mujer participar en el Maratón de Boston, sin embargo hubo muchos otros que no.

A lo largo de la ruta, Kathrine tuvo que soportar a los detractores que intentaban sacarla del camino simplemente por el hecho de ser una mujer, las preguntas de la prensa que la incomodaban y el cansancio físico que implica correr un Maratón. A pesar de todo ello, logró alcanzar la meta y demostrar que tenía la capacidad suficiente para imponer historia en el deporte femenil.

Después de su hazaña, Kathrine Switzer se hizo una leyenda en el running, inspiró a millones de mujeres a participar en las competiciones más grandes del mundo y grabó en letras de oro el mítico número 261, el cual vistió durante el Maratón de Boston.

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