Hajime Moriyasu, director técnico de la Selección de Japón, se mostró respetuoso en la antesala del duelo amistoso contra México en la fecha FIFA de septiembre. Más allá de lo futbolístico, el estratega dedicó palabras de reconocimiento a Javier Aguirre, a quien señaló como un entrenador que dejó huella en el desarrollo del balompié japonés.

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“Creo que Aguirre es un muy buen entrenador. Lo respeto personalmente como un líder de renombre mundial. Ojalá hubiera estado al frente de la selección japonesa durante mucho más tiempo“, aceptó en conferencia de prensa.

El timonel recordó que, aunque el paso del mexicano fue muy breve entre 2014 y 2015, su influencia ha perdurado en la memoria de los futbolistas nipones. “No sé cuánto dejó Aguirre, pero fue un entrenador que tejió la historia del desarrollo del futbol japonés. Aunque fue un periodo corto, creo que se puede decir que el hecho de que incorporara sus conocimientos a la selección y transmitiera sus experiencias a la misma ha propiciado nuestro desarrollo actual”, afirmó.

Incluso admitió que al tomar las riendas del combinado asiático, algunos jugadores le compartieron la buena impresión que les dejó el Vasco. “Repasando nuestra historia, cuando yo mismo me convertí en entrenador, entrevisté a los jugadores y, por sus comentarios, pude comprobar que el entrenamiento que Aguirre les inculcó fue muy bueno, y que los jugadores practicaron y trabajaron duro sintiendo que él estaba sacando a relucir sus ideas y habilidades”, admitió desde Estados Unidos.

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Japón no tiene un arevancha ante México

Moriyasu también fue cuestionado por el recuerdo de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde México derrotó a Japón en el partido por la medalla de bronce. El estratega rechazó que el compromiso en Oakland se trate de revancha.

“Solo recuerdo el partido contra México en la fase de grupos de los Juegos Olímpicos de Tokio (que ganamos)”, bromeó. “Claro que recuerdo ambos. Estaba frustrado (en el partido por el tercer puesto), pero ver a los jugadores mexicanos celebrar frente a mí me hizo querer crear una alegría similar en la próxima cita internacional, el Mundial, y me hizo darme cuenta de que tenemos que hacernos más fuertes”, afirmó.

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Para Moriyasu, el partido de este sábado es una oportunidad de aprendizaje más que un ajuste de cuentas. “No llegamos al partido con revancha, solo con amargura, sino simplemente pensando en cuánto podemos hacer para ayudar a México, una potencia mundial, de cara al Mundial”, cerró.