5, septiembre 2025 - 10:05
Javier Aguirre dirigió a Japón menos de un año Foto Luis Garduño
El partido amistoso entre México y Japón en esta fecha FIFA de septiembre tendrá un condimento especial. No sólo será un examen rumbo al Mundial 2026, también marcará el reencuentro de Javier Aguirre con la escuadra nipona, a la que dirigió hace una década y que lo despidió de manera abrupta pese a sus buenos resultados en cancha.
El Vasco tomó las riendas de Japón en septiembre de 2014, con la misión de renovar a los Samurai Blue después de su fracaso en el Mundial de Brasil. Su balance arrojó casi un 70% de efectividad en apenas 10 partidos dirigidos con seis victorias, dos empates y solo dos derrotas, con un equipo ofensivo que ilusionaba de cara a largo plazo.
En amistosos logró triunfos ante Honduras (6-0), Jamaica (1-0) y Australia (2-1), además de igualar frente a Venezuela. También tuvo dos tropiezos notables como un 4-0 frente a Brasil y un 0-2 contra Uruguay, resultados que evidenciaron la diferencia de nivel frente a potencias de Sudamérica.
Su desempeño más sólido fue en la Copa Asiática 2015, donde el equipo nipón avanzó con paso perfecto en la fase de grupos (3-0 a Palestina, 4-0 a Jordania y 2-0 a Irak) aunque la aventura terminó en cuartos de final al ser eliminados en penales por Emiratos Árabes Unidos. Ese contraste entre el dominio mostrado y la dolorosa eliminación dejó una sensación de proyecto inconcluso.
¿Por qué salió Javier Aguirre de la Selección de Japón?
El verdadero problema fue extracancha. La Asociación Japonesa rescindió su contrato en febrero de 2015, a pesar de tener un contrato por cuatro años, tras la apertura de un juicio en España por un supuesto amaño cuando dirigía al Zaragoza. Aunque años después, Aguirre fue absuelto, la federación no quiso correr riesgos y lo despidió “para proteger la imagen del futbol japonés”, según se informó en esos días.
Así terminó su ciclo, por la puerta de atrás y con la sensación de que se había truncado un proyecto con futuro, con todo y una cláusula de “buena conducta”, que para ellos no se respetó.
Ese capítulo dejó huella con una generación con Heisuke Honda, Shinji Kagawa y Shinji Okazaki como protagonistas, pero en lo personal, Aguirre lo describió como una de sus experiencias más frustrantes, porque nunca se trató de lo deportivo, sino de un tema externo que cortó su camino en Asia.
“Nos fuimos, nos tuvimos que ir. Nos echaron y fue duro. Lloramos los japoneses, jugadores conmigo, fue algo muy bonito, logramos una buena armonía, teníamos buen equipo jugábamos bien al futbol”, dijo tiempo después en entrevista para TUDN.
Ahora el destino lo cruza otra vez con Japón, aunque desde la banca mexicana. Será un duelo con sabor a revancha personal. Javier Aguirre enfrentará al país que le dio la espalda, en un partido que pondrá a prueba al Tricolor y que reabrirá una historia inconclusa.
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