La corona de los campeones está intacta, aunque la defensa de su brillo no fue tan sencilla como parecía en un principio. Eagles sufrió de más para imponerse 24-20 a los Cowboys en un partido que tuvo de todo: lesiones, expulsados, tormenta eléctrica y el drama que solo la NFL puede ofrecer. Abróchense los cinturones que la temporada ya comenzó.

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Desde las primeras jugadas, el partido proyectó la guerra que sería. Apenas después del kickoff, Jalen Carter fue expulsado por lanzar un escupitajo a Dak Prescott. Los Eagles perdieron a uno de sus mejores jugadores para el resto del encuentro y el hecho fue tomado como una señal para los Cowboys.

La complicada temporada baja para Dallas, reforzarse poco y perder a Micah Parsons, su mejor jugador, daba la impresión de dejarlos sin opciones incluso antes de empezar la campaña. Lo cierto es que la imagen proyectada por el equipo de la Estrella Solitaria fue mucho mejor de lo esperada.

Eso permitió que el partido fuera parejo, cada uno con sus armas. Los Cowboys pusieron los primeros puntos por tierra, con dos touchdowns de su corredor Javonte Williams, mientras que los Eagles respondieron por la misma vía, solo que con su quarterback Jalen Hurts como protagonista.

Jalen Hurts y su movilidad le dieron ventaja a Eagles

Fue precisamente la movilidad del mariscal de campo lo que le permitió a Philadelphia superar la presión de la defensiva de Dallas, nostálgica aún tras el adiós de Parsons y esas presiones a los pasadores rivales. En ese panorama, Eagles fue ganando de a poco la batalla hasta que finalmente logró distanciarse con un acarreo de 10 yardas de Saquon Barkley.

Los Eagles se fueron al descanso con la ventaja 21-20, sin embargo, los ajustes en el medio tiempo y una pausa por tormenta eléctrica frenaron el ritmo vertiginoso y la abultada cosecha de puntos. La defensiva de Dallas aceptó solo un gol de campo por parte de Jake Elliott y eso le permitió llegar al final del partido con la posibilidad de darle la vuelta al marcador.

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Las jugadas finales, como es costumbre, no escaparon del dramatismo, sobre todo porque Cee Dee Lamb, el multimillonario receptor, dejó caer balones atrapables y eso liquidó las aspiraciones de Dallas.