El destino le dio la espalda a Lionel Messi. El astro argentino buscó otro título internacional en su carrera, pero la Leagues Cup 2025 se le negó. Inter Miami, con el ’10’ fallando una de las opciones más claras, dejó escapar la posibilidad de levantar un nuevo trofeo. En contraste, Seattle Sounders se alzó como campeón con un 3-0 en Lumen Field, que lo dejó como la sorpresa imbatible del torneo binacional entre la MLS y Liga MX.

Tal vez te interese: Ousmane Dembélé revela el secreto que Messi le dio para poder ser uno de los mejores jugadores del mundo

El Sounders se apoderó del juego con una intensidad arrolladora desde el inicio. La tribuna vibró al unísono con la presión alta que asfixió la salida de Inter Miami, y antes de cumplirse la media hora de juego llegó el premio. Osaze De Rosario se elevó en el área y cabeceó un centro perfecto de Alex Roldán.

El conjunto rosado, con Messi como brújula ofensiva, intentó una respuesta con tiros desde media distancia, pero cada intento fue neutralizado por la defensiva verde con una firmeza casi impenetrable. Un remate potente de Jesús Ferreira se estrelló en el poste, tras una jugada vertiginosa, y salvó a Las Garzas de irse 0‑2 al descanso.

Inter Miami se lanzó a la ofensiva para igualar al Seattle Sounders

Con la urgencia de nivelar la final, el equipo de Miami se lanzó con todo al ataque en el arranque del complemento. En apenas diez minutos, las dos opciones más claras del duelo quedaron en sus botines y ambas se escaparon increíblemente. Primero fue Lionel Messi, que recibió un pase medido de Luis Suárez y, con todo a su favor, mandó el disparo por encima del arco.

Poco después, el turno fue para Tadeo Allende. El argentino se plantó solo frente al guardameta Andrew Thomas, pero su definición salió apenas desviada, que provocó la desesperación de Javier Mascherano en el banquillo.

¡Ya tenemos canal de WhatsApp! Síguenos, activa la campanita y recibe las noticias deportivas

Cuando el tiempo se acababa, y parecía que las Garzas podrían nivelar el marcador en cualquier momento, un penalti marcado por falta de Yannick Bright, fue convertido en gol por Alex Roldan y el estadio explotó en júbilo. Todavía Paul Rothrock puso la goleada definitiva. La noche terminó teñida de verde y azul, con un Sounders campeón que dejó claro que la gloria se construye con contundencia, y que los errores, incluso los de un genio, también pueden decidir un título.