Una de las historias más conmovedoras en unos Juegos Olímpicos y del atletismo mundial se dio en la justa olímpica de Roma 1960, cuando el etiope Abebe Bikila decidió correr el maratón descalzo.

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Bikila, tenía 28 años cuando se presentó a correr el Maratón de los Juegos Olímpicos de Roma 1960, pero lo hizo descalzo ya que no se acomodó con los tenis que le había dado el patrocinador de esa época, Adidas, ya que para el etiope no le resultaron cómodas para correr. 

El maratonista le gustaba correr y se ilusionó cuando vio a unos atletas de su país listos para participar en unos Juegos Olímpicos.

¿Por qué Abebe Bikila pasó a la historia en los maratones?

El 10 de septiembre del 1960, Abebe Bikila corrió los 42.195 metros. Lo hizo descalzo y de paso rompió el récord mundial, dejando la marca en 2:15:16, siendo el primer fondista surgido del continente africano. 

Cuatro años más tarde, en los Juegos Olímpico de Tokio 1964, cuando Bikila repitió la hazaña de ganar el maratón y de batir su propia marca, pero en esa ocasión lo hizo ya con tenis. 

Para los Juegos Olímpicos de México 1968, el etiope, ya con 36 años, no pudo repetir su hazaña debido a que tuvo molestias en su rodilla y la altura de la Ciudad de México le afecto y se retiró en el kilómetro 15 donde fue su última vez que corrió.

Lamentablemente, en el año 1969, Abebe Bikila sufrió un accidente de automovilista, ya que cuando circulaba en una calle, trató de esquivar una manifestación y tras chocar, el histórico maratonista quedó parapléjico que lo dejó postrado en una silla de ruedas.

El maratonista fue invitado para los olímpicos de Múnich y se presentó en silla de ruedas.

Bikila siguió participando en competencias en silla de ruedas, siendo un símbolo de fuerza y perseverancia. Murió en 1973 a los 41 años dejando un legado en el deporte internacional.

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