El Inter Miami parecía perdido en la cancha y en el marcador. No encontraba el camino hacia la victoria hasta que encontró dos factores que le ayudaron a superar las semifinales de la Leagues Cup ante el Orlando City y llegar a la final: el arbitraje y Lionel Messi… en ese orden. Después, de la aparición de esos elementos, las Garzas remontaron para el 3-1 final.

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El impartidor de justicia del encuentro de anoche, Walter López, estaba a unos pasos de una aparente clara -clarísima- infracción en el área de Sergio Busquets sobre Iván Angulo. El tanteador iba 1-0 a favor de Orlando, pero el silbante no quiso marcar la pena máxima que hubiera significado, potencialmente, el aumento de la desventaja para La Pulga y sus amigos.

Esa “ayudadita” terminó por ser la llave maestra para la resurrección del Inter Miami. Walter López, en esta sí, vio un jalón de David Brekalo en el área de Orlando. La falta no sólo significó el penalti para los anoche locales, sino la expulsión para el zaguero del City. Messi cobró e igualó el marcador a un gol (77’).

Inter Miami cerró de manera magistral el partido

Vino la reacción del Inter. En una jugada dentro del área, Jordi Alba y La Pulga hicieron una pared para que el argentino pusiera el segundo (88’). Esa acción resultó mágica como si hubiesen recuperado la versión de cuando jugaron juntos en el todopoderoso Barcelona de hace algunos años.

El júbilo de la afición local no se hizo esperar, ante la impotencia de su rival que ya no pudo reaccionar.

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El tercer gol, de nuevo nacido en la izquierda, pero esta vez protagonizado por Telasco Segovia en el descuento (90+1), certificó el pase a la final del próximo domingo de los de Miami.