En los deportes siempre existirán las rivalidades y una que llamó la atención fue la del canadiense Ben Johnson y el estadounidense Carl Lewis  que culminó en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988.

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Han pasado más de 30 años cuando, al velocista Ben Johnson le retiraron la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 1988 en la prueba de los 100 metros.

Ese día, el 24 de septiembre de 1998, en Seúl, Corea. El canadiense había logrado batir el récord olímpico para dejarlo en 9.79  y de paso vencido a su rival de muchos años, a Carl Lewis, quien se tuvo que conformar con la presea de plata. Pero el destino y el dopaje cambiaría la historia.

Días después, se dio a conocer que Johnson había salido positivo en un examen antidoping tras arrojar una sustancia prohibida que fue el estonozol.

Un año después, en junio de 1989. El canadiense aceptó que consumió esteroides durante su carrera deportiva y aceptó que la responsabilidad fue de su médico y entrenador.

La sanción fue de dos años y tuvo la oportunidad de regresar a una justa olímpica. En Barcelona 1992 regresó.  Sin embargo, no pudo subir al podido, ya que en una polémica fue expulsado de la Villa Olímpica tras agredir a un voluntario.

La historia de Ben Johnson quedó en el olvido, ya que después del  escándalo y haber admitido que uso sustancias prohibidas, la IAAF le retiró las medallas, títulos y sus marcas.

Ben Johnson y su retirada del atletismo

Tras retirarse del deporte en 1997, Ben Johnson fue contratado como entrenador personal del ex astro Diego Armando Maradona para que lo pusiera a tono. 

Un año después, Johnson regreso a una carrera de caridad en Charlottetow, Isla Príncipe Eduardo, donde tuvo un reto de correr junto a un caballo y un coche donde perdió.

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