El enemigo estuvo en casa. Javier Aquino fue el principal responsable de la eliminación de Tigres en los Cuartos de Final de la Leagues Cup ante el Inter Miami. El lateral mexicano cometió dos manos dentro de su propia área –uno en cada tiempo– para entregar un par de penaltis a un experimentado Luis Suárez que tomó el rol de líder ante la ausencia de Lionel Messi, quien presencio el partido desde la grada por lesión.

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El once felino fue inerte en casi todo el desarrollo del partido. Como si se tratase de una réplica del humillante 1-3 sufrido el pasado fin de semana ante el América en la Liga MX. Despertaron en el ocaso del partido. Cuando el reloj tenía únicamente media hora restante, pero eso fue suficiente para mantenerse con vida hasta los penaltis.

Aquino cometió su primer error al 23’ en un intento de barrida por el sector izquierdo. Su lance al suelo fue con las manos abiertas.

Y el servicio de Segovia vio truncada su trayectoria por el brazo del mexicano.

El silbante central no titubeó y sin necesidad de ser auxiliado por el VAR señaló el penalti ante los reclamos felinos.

Sin Messi en el campo, Suárez fue el dueño del esférico. Los jugueteos de Nahuel no intimidaron al legendario delantero charrúa, que con autoridad venció al argentino con un potente disparo que fue imposible de atajar por la potencia que llevó.

Los reclamos desde el banquillo local por las repetidas faltas de Tigres provocaron la expulsión de Javier Mascherano.

Pese a ser enviado a la grada por la tarjeta roja al 51’. El estratega sudamericano continuó dirigiendo a su equipo vía telefónica con su auxiliar.

Correa igualó el marcador con un descuido de la zaga al 67’. El campeón del mundo marcó su quinto gol en su cuarta participación dentro de la Leagues Cup. Y le dio vida a su equipo durante un par de minutos.

La hazaña del camiseta número 7 fue desechada por uno de su mismo bando, Javier Aquino. De Paul remató en los linderos del área visitante y nuevamente la mano del lateral derecho se interpuso en el camino.

Esta vez, el VAR intervino y nuevamente Suárez se hizo grande contra Guzmán. Su cobro fue al mismo costado. Pero con menos fuerza, engañando a Guzmán para mandar a Tigres de regreso a la Sultana del Norte con las manos vacías.

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