ASUNCIÓN.- Para todo aficionado al futbol, la siglas de la Conmebol suponen cierto misticismo, aquella zona que abarca la parte sur del continente y de la cual han salido los que para muchos son los tres mejores futbolistas de la historia: Messi, Pelé y Maradona, sin poner un orden específico, salvo el que se atreva a intentarlo.

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Conscientes de la popularidad de la zona y el hecho de que el futbol supone algo parecido a una religión, a un costado de las oficinas de la Confederación Sudamericana de Fútbol, en Luque, Paraguay, desde 2009 se montó un museo acorde a la importancia de lo que la historia exige.

¿Qué hay en el Museo de la Conmebol?

Los aficionados que ingresan al inmueble viven un viaje al pasado. Desde la primera rampa, los visitantes pueden acceder a un menú interactivo desde el cual se ofrece información sobre los principales equipos de las Ligas sudamericanas. Aunque la Argentina y la brasileña se llevan los reflectores, hay otras competiciones de gran nivel que le dan sabor a la región, como la paraguaya, chilena, uruguaya y peruana. Equipos como Boca Juniors, River Plate, Flamengo, Fluminense, Palmeiras, Nacional, Cerro Porteño, Colo Colo, son de los más buscados.

Una vez abajo, en el corazón del museo, comienza el homenaje a las Copas que han hecho de la confederación una de las más atractivas del mundo. La Copa Libertadores y la Copa América, con sus longevas historias, y también las competiciones femeniles, que con los años han tomado gran relevancia en la zona y ahora son de las más seguidas alrededor del mundo. Los visitantes tienen la opción de ver de cerca la belleza de sus trofeos, como si se pudieran cargar para celebrar el campeonato.

Messi, Pelé y Maradona están presentes en el museo

La transición a otra sala se hace a través de una de las zonas más especiales del museo. De pronto, aparecen radiantes las figuras en tamaño real de Messi, Pelé y Maradona, los tres con su respectiva Copa del Mundo en la mano, un orgullo reservado para muy pocos y que pone a Sudamérica en un lugar muy especial en la realeza futbolera.

Los visitantes aprovechan para tomarse foto y posteriormente pasar a un salón inmenso en el que están las playeras de todos los campeones de la Copa Libertadores. Las prendas le dan al museo una esencia especial, porque es imposible no recordar a las grandes glorias que brillaron en el torneo de clubes más pasional del mundo. Ahí también hay zonas interactivas en las que los aficionados viven de cerca la pasión de los estadios sudamericanos.

Pachuca es el único equipo mexicano en el Museo Conmebol

Justamente en otra aula, con forma de balón, un video proyectado en una pantalla de 360 grados refleja que el futbol, en estas tierras, es más que una religión. Las imágenes reflejan la pasión con la que se vive el futbol en cada país sudamericano y el corazón vibra con los cánticos de las hinchada.
México, aunque muy breve, tiene su lugar reservado en la historia de la Conmebol. El honor es conferido al Pachuca, que ganó la Copa Sudamericana del 2006, hasta ahora el único equipo que ha logrado levantar un trofeo en una competición sudamericana.

A la salida del museo, los aficionados pueden comprar los tradicionales souvenirs. Tazas, llaveros, termos, bolsas, balones y un sinfín de cosas que cada visitante lleva a las tierras lejanas de más que viene.

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