A pesar de que fue el estandarte de la lucha libre en la década de los 80 y 90, Hulk Hogan ya no era ovacionado en los shows de WWE. La ex superestrella era presentada como una leyenda, pero los fans lo abucheaban, aunque fuese WrestleMania o un Monday Night RAW ordinario, en gran parte debido a sus políticas en backstage y polémicas en el ámbito político y social.

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Hulk Hogan ‘enterró’ a varias superestrellas a lo largo de su carrera. El término ‘enterrar’ se refiere a cuando un veterano se niega a perder contra un joven para darle un empuje a futuro y mantiene su imagen por encima en la compañía, a pesar de que tenga más de 40 años y esté cerca del retiro. Sting, Randy Savage y Randy Orton fueron los casos más puntuales de ello, ya que todos perdieron su credibilidad en sus combates ante el Hulkster, a pesar de tener nuevas facetas que al público le agrada.

Todo gracias al politiqueo con Vince McMahon. Hogan convencía al dueño de la empresa de ponerlo siempre en el plano estelar, a cambio de después perder ante el mismo rival, pero cuando la revancha se aproximaba, inventaba una lesión muscular para no aparecer, o simplemente se reducía a decir que “eso no es bueno para mí, hermano”.

Con el paso de los años, se dieron a conocer las políticas y control creativo de Hulk tanto en WWE como en WCW y por ello el público empezó a abuchearlo, ya que se mantuvo casi 10 años más en el plano estelar a pesar de que ya no lo querían, e incluso la misma empresa con planes de impulsar a nuevos talentos.

Los ataques racistas de Hulk Hogan y su última aparición en RAW

En 2015, se filtraron varios audios de Hulk Hogan refiriéndose a las personas de color como “negros”, pero en un tono racista. Incluso, aseguró que “todos tenemos un poco de racistas dentro de nosotros”, lo que provocó a la ruptura total entre el luchador y WWE. Ya que la presión mediática hacía que la compañía de lucha no quisiese estar en polémicas de dicha índole por alguien que ya estaba retirado.

Además, también se filtraron videos sexuales de él con una de sus amigas. Por lo que para la imagen pública, pasó de leyenda a uno de los más repudiados por los fans. Tanto fue así que en sus apariciones posteriores en WWE (como el presentador de WrestleMania 35) el público lo abucheó por completo.

Su última aparición fue en el debut de RAW en Netflix, y desde que sonó su música de entrada, las burlas e insultos se notaron. Hogan ni siquiera pudo dar su discurso cómodamente porque el público le interrumpía con abucheos y los cánticos de “cállate la puta boca”.

Los últimos años de Hulk en WWE fueron con un trato de leyenda. Pero la afición lo rechazó por completo y su última aparición en la empresa fue igual, repleta de abucheos.

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