Chelsea convirtió la tormenta eléctrica en una tormenta de goles que arrasó con Benfica. Después de casi dos horas de suspensión por la intensa lluvia y los relámpagos en Carolina del Norte, el equipo inglés regresó al campo con la determinación de resolverlo todo. En un tiempo extra demoledor, los Blues anotaron tres goles en apenas nueve minutos para firmar un 4-1 contundente que selló su pase a los cuartos de final del Mundial de Clubes 2025, donde enfrentarán a Palmeiras de Brasil.

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La jerarquía del equipo inglés se notó desde el principio del partido en Carolina del Norte. Su intención de trascender en el torneo se percibió con un dominio claro sobre el conjunto de Portugal, que apenas logró competirle al actual campeón de la Conference League.

Si Chelsea no abrió el marcador fue gracias a su defensa y a las atajadas de su portero. Anatoliy Trubin fue la figura de las Águilas con un par de atajadas importantes. Marc Cucurella tuvo dos oportunidades frente a la portería, primero Antonio Silva salvó en la línea y después el guardián ucraniano salvó con grandes reflejos. Cole Palmer también tuvo una opción, pero falló.

Chelsea aplastó al Benfica en el Mundial de Clubes

El dominio blue fue más que evidente en todas las estadísticas con más del 60% de posesión, siete disparos en total, por apenas dos de su rival, que para su mal tino, ninguno pudo caer en la red. El cero se mantuvo, pero la sensación fue que el Chelsea estuvo a un detalle de romper la resistencia lusa en cualquier momento.

En la segunda mitad siguió la misma tónica. Un equipo inglés que buscó tener más contundencia, aunque su gol tuvo que llegar a balón parado. Reece James sorprendió de manera increíble. El capitán del equipo cobró desde una zona con poco ángulo, el portero rival esperó un centro y no un remate directo, y el balón se clavó en la red, todo a 25 minutos del final.

Los de Londres marcaron uno más. Marc Cucurella intentó un pase en profundidad, pero Liam Delap estaba en posición de fuera de juego y todo quedó anulado.

Lo que comenzó con relámpagos y una pausa interminable terminó con un vendaval de goles imposible de resistir. Cuando Benfica creyó que el empate de Di María le devolvería la esperanza, Chelsea desató una tormenta ofensiva que lo sepultó. Nkunku, Pedro Neto y Dewsbury-Hall marcaron en nueve minutos de furia blue que transformaron un partido parejo en una goleada implacable.

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