26, junio 2025 - 21:09
Pachuca no pudo contra el Al Hilal / Foto: Mexsport
Fue el cierre de una participación que nadie querrá recordar. Pachuca terminó su aventura en el Mundial de Clubes 2025 con su tercera derrota consecutiva, esta vez ante Al-Hilal, en un partido que retrató la falta de ideas, intensidad y jerarquía de los Tuzos. El equipo de Jimmy Lozano se despidió sin puntos, sin victorias y con la sensación de que el torneo le quedó demasiado grande. 2-0 final.
Un equipo eliminado y otro con la urgencia de seguir con vida. Así comenzó el duelo en Tennessee, con un escenario donde prácticamente Pachuca no se jugó nada. Fue por eso que el cuadro árabe tomó la iniciativa de inmediato, con esa intención de seguir con vida en el torneo, por encima de lo que pudiera hacer el de la Liga MX.
Fue gracias a un error tuzo como pudieron abrir el marcador. Eduardo Bauermann intentó una salida controlada, pero perdió el balón. Kalidou Koulibaly para Nesser Al-Dawsari. El volante saudí mandó un pase elevado, y en el área, el capitán Salem Al-Dawsari definió por encima de Sebastián Jurado. El portero de FC Juárez, a préstamo en Tuzos, no pudo hacer nada para evitarlo.
Pachuca creó pocas oportunidades ante Al Hilal
El tiempo transcurrió sin muchas emociones y el club hidalguense creó pocas oportunidades de peligro. Un remate de cabeza de Salomón Rondón que terminó muy desviado y un disparo lejano de Agustín Palavecino fue lo más relevante. El conjunto del Jimmy Lozano careció de imaginación para dañar a su rival.
El complemento fue de aburrición total. El conjunto de la Bella Airosa quiso rescatar algo de dignidad, pero las habilidades de sus futbolistas no les dio para inquietar al portero internacional Bono. Rondón lo intentó, pero su disparo fue detenido por el marroquí. Los Tuzos no generaron y ni las entradas de Avilés Hurtado, Bryan González e Illian Hernández lograron cambiar algo.
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Los Tuzos regresarán a México después de consumar un torneo pobre con tres derrotas en tres partidos, sin puntos, con apenas dos goles anotados y siete recibidos. Un rendimiento que confirma que, más allá de su éxito en Concacaf, el salto de calidad internacional continuará como una asignatura pendiente.
