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22, junio 2025 - 20:50

┃ Jorge Briones

El Thunder se corona en la NBA / Foto: AFP

Llegó el primero. El Oklahoma Thunder demostró ser el mejor equipo tanto en la fase regular como en los playoffs, tras completar el año perfecto en unas Finales que definieron en el Juego 7, para proclamarse por primera ocasión en su historia como los monarcas de la NBA.

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El choque decisivo se inclinó del lado de los locales, que se impusieron con un contundente 103-91 a los Indiana Pacers, equipo que no se pudo recuperar de la baja de su súper estrella Tyrese Haliburton. Oklahoma levantó por primera ocasión el Larry O’Brien tras sellar la eliminatoria por 4-3. Esta fue la serie #20 en la historia de las Finales que se definió en un Juego 7, ahora quedando con marca de 16-4 para los equipos que juegan en su casa ese último compromiso.

Desde el salto inicial, la encomienda de los referís fue dejarlos jugar, con un estilo agresivo y donde las faltas tenían que ser muy duras para ser marcadas. Esta situación provocó un juego donde las defensivas sacaron la mejor parte.

Los primeros minutos del partido, los ataques tuvieron un par de jugadas importantes, pero la lesión de Tyrese Haliburton cambió el desarrollo planteado por el coach Rick Carlisle. La súper estrella de los Pacers ya arrastraba una lesión en el tobillo que lo había puesto en duda desde el Juego 6; si bien pudo jugar, sólo duró medio cuarto en el Juego 7.

Haliburton se terminó por lesionar en una acción que dio por terminada su participación en la final. La visita tenía que soñar con la hazaña sin una de sus dos figuras. Y por momentos no lo extrañaron.

La diferencia la marcó Oklahoma en el tercer cuarto, donde explotaron a la ofensiva con 34 unidades. Entraron al episodio abajo por un punto y lo terminaron con una ventaja de 13. Indiana solamente respondía de la mano del suplente T.J. McConnell, quien anotó 10 de los 20 tantos que registró su equipo.

Los Pacers comenzaron a desesperarse ante el Thunder

La desesperación invadió a los Pacers. El coach Carlisle se enfrascó en una discusión con los oficiales en busca de respuestas. El público en el Paycom Center también hizo su partido.

El panorama era muy complejo para el representante de la Conferencia Este. Lejos de acercarse en el marcador, con el pasar del último episodio, el Thunder se alejó por encima de los 20 puntos. Por más que Indiana no bajó los brazos, era cuestión de tiempo para que los anfitriones celebraran su campeonato.

Oklahoma fue comandado por el MVP de la temporada, Shai Gilgeous-Alexander, quien finalizó con un doble-doble de 29 puntos y 12 rebotes, escoltado por los 20 de Jalen Williams. En los Pacers, Siakam aportó 16 unidades, en tanto que Haliburton abandonó el partido con nueve. Una de las claves en la derrota de Indiana pasó por las múltiples pérdidas de balón que cometieron, un total de 21, 14 más que su oponente.

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De esta forma, el Thunder ganó el primer título de su historia. Cabe destacar que la franquicia ocupó el lugar de los SuperSonics de Seattle, la cual sí ganó un campeonato en 1979. Indiana se quedó con las manos vacías, en un año donde ampliamente superaron las expectativas.

Estaba escrito. Si el Thunder conseguía levantar el trofeo Larry O’Brien, su estrella Shai Gilgeous-Alexander haría lo propio como el Jugador Más Valioso (MVP) de las Finales.

Minutos después de su anhelada victoria, el comisionado de la NBA, Adam Silver, le entregó al base canadiense el galardón que lo reconoce como el basquetbolista más destacado de la serie por el título,
Shai completó el año perfecto. Fue el máximo anotador de la temporada, ganó el MVP de la fase regular, comandó el primer campeonato en la historia del Oklahoma Thunder y culminó con el galardón del mejor jugador en las Finales.

En el Juego 7, el armador de 26 años disputó 40 minutos donde anotó 29 puntos, capturó 12 rebotes y repartió cuatro asistencias. Fue el máximo anotador de su equipo en seis de los siete compromisos dela eliminatoria.

Todo el Paycom Center se unió al grito del ‘MVP, MVP’ mientras su ídolo levantaba el trofeo denominado ‘Bill Russell’.

“Es el resultado de mucho trabajo en el gimnasio. Esto no es una victoria mía, es una victoria de todos. Mi familia, mis compañeros, la afición. Para ganar, necesitamos tener un equipo lleno de competidores y lo tenemos”, dijo Shai ante la ovación de los presentes.

Gilgeous-Alexander reconoció el aporte que tuvo Jalen Williams para poder cumplir con el objetivo que se habían planteado: “Es un jugador único. Sin él, sus grandes momentos, sus disparos y su defensiva, es imposible que hubiéramos ganado. Jalen es una pieza importantísima en este equipo. Pero esa es la meta y la ambición de todos. Queremos ganar”.

Previamente, el integrante de la selección de Canadá destacó el gran trabajo que hicieron a lo largo de un partido donde no tenían margen de error. Sobre todo, el hecho de que no perdieron el foco pese a la lesión que sufrió Tyrese Haliburton en el primer cuarto.

“Nos quedaba todavía mucho tiempo para ir por el resultado, hicimos todo lo posible para conseguirlo. Fue una gran actuación de la defensiva, Chet (Holmgren) siempre hace lo que tiene que hacer para ayudarnos a ganar. Es increíble”, indicó.

Por último, el MVP de las Finales aseguró que este partido recordará “cuánto me divertí. Fue algo increíble. Sin duda este momento está mucho más allá de nuestras expectativas”.
Ahora mismo, no existen dudas de que Shai Gilgeous-Alexander es el mejor jugador de toda la NBA.