El Mundial de Clubes 2025 estuvo a punto de presenciar uno de los mayores batacazos de su historia. Durante más de una hora, el gigante Inter de Milán fue neutralizado por un valiente Urawa Reds, que con apenas 15% de posesión y una llegada efectiva, tuvo contra las cuerdas al subcampeón de Europa.

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Cuando la vergüenza parecía inminente, apareció el poder argentino. Lautaro Martínez lo empató con una chilena de escándalo, y en la última jugada, Valentín Carboni consumó la remontada. Un 2-1 agónico que evitó el papelón y mantuvo con vida el orgullo europeo.

Con la presión de no haber ganado en su debut dentro del torneo internacional, fue como inició el duelo entre el actual subcampeón de la Champions League y uno de los equipos más populares de Japón. Con una plantilla superior en nómina y con titulares como Yann Sommer, Stefan de Vrij, Nicolo Barella, Federico diMarco y Lautaro Martínez, parecía que los italianos no tendrían complicaciones, pero ocurrió todo lo contrario.

Los de Saitama sorprendieron y abrieron el marcador en su primera oportunidad. Takuro Kaneko realizó una gran jugada personal por el lado derecho, se quitó de encima la marca rival, ingresó al área y mandó un centro a la posición de Ryoma Watanabe, quien definió de primera y venció al portero seleccionado suizo.

El conjunto italiano monopolizó el balón hasta con un 84% de posesión e incluso un total de nueve disparos, pero ninguno de ellos fue suficiente para perforar el muro defensivo de los Urawa Reds, quienes resistieron con orden y concentración. Lautaro, Esposito y Barella fueron incapaces de meter el balón en la red.

Inter de Milan sufrió para sumar sus primeros tres puntos en el Mundial de Clubes

Las tribunas del estadio en Seattle fueron testigo de una primera parte histórica con la humildad y el trabajo colectivo del futbol japonés que superó el músculo financiero y técnico de un gigante europeo como Inter.

El segundo tiempo fue un suplicio para los Nerazzurri. Si bien siguieron con el dominio por completo, realizaron más de cinco disparos fuera de la portería hasta que un Toro argentino embistió cuando más lo necesitaban. Lautaro Martínez definió con una genialidad, con una especie de chilena después de un cobro de tiro de esquina.

Parecía que el empate estaba sellado, pero en la última jugada, Valentin Carboni cazó un rebote y con sólo 20 minutos en el campo, mandó el balón al fondo y le dio el triunfo a su equipo de manera agónica.

Inter sudó, sufrió, pero ganó. La victoria no borró el susto, pero reafirmó que el carácter también juega.

Urawa Reds rozó la hazaña y dejó claro que en este nuevo Mundial de Clubes no hay enemigos pequeños. Con Lautaro como líder indiscutible y Carboni como héroe inesperado, el Inter sigue con vida. Salvado por dos argentinos, su travesía en el Mundial de clubes continúa.

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