La declaración del técnico de Boca Miguel Ángel Russo en la que hacía alusión al arbitraje mexicano reventó las redes sociales. El estratega criticó el trabajo de César Arturo Ramos al considerar que el penalti pitado por el silbante no había sido del todo certero:

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“Desde donde lo vi no fue, pero bueno, es discutible. Estamos en un nivel… son árbitros mexicanos, me han dirigido en Arabia y los conozco. Es muy difícil porque el rival también es fuerte y hay un montón de cosas que conjugan y están dentro”, dijo el DT xeneize, y la polémica estalló.

El sentido de las declaraciones de Russo no solo evocan al trabajo de los silbantes mexicanos que han pitado en la Liga de Arabia, donde el técnico dirigió al Al-Nassr, sino también a un sentimiento que viene de años atrás en el que el pueblo argentino no perdona al arbitraje mexicano.

¿La polémica del árbitro Edgardo Codesal en la Copa del Mundo de 1990?

El incidente más intenso se vivió en la Copa del Mundo de Italia 1990, cuando Edgardo Codesal pitó la final entre Argentina y Alemania. Aunque propiamente el silbante nació en Uruguay, hizo toda su carrera arbitral en México y ya con la nacionalidad mexicana pitó en aquel Mundial.

Su actuación es una de las más polémicas que se recuerden, al expulsar a dos jugadores argentinos y marcar un penalti en contra de la albiceleste al minuto 85, el cual finalmente representó la mínima diferencia que le dio la victoria a los teutones tras el gol de Andreas Brehme.

Como era de esperarse, los jugadores argentinos explotaron tras las decisiones de Codesal. Años más tarde, Maradona explicaría su sentir de manera contundente: “Codesal fue un ladrón y lloré mucho por su culpa”, dijo el Pelusa.

Más polémicas con árbitros mexicanos

Aunque con mucha menos repercusión, el silbante mexicano Mario Rubio fue el encargado de expulsar a Maradona del Mundial de España 1982. El Diego propinó una artera patada tras ir perdiendo 3-0 ante Brasil, en los cuartos de final. El árbitro juzgó bien la entrada y le mostró la roja. La derrota estaba consumada y no había mucho por dónde buscarle.

En la final del Mundial de Clubes del 2009, en el partido entre Barcelona y Estudiantes, Lionel Messi quiso intimidar a Armando Archundia, sin embargo, el silbante mexicano no se dejó y mostró su autoridad en el campo.

El último capítulo lo protagonizó César Arturo Ramos, en el encuentro entre Boca Juniors y Benfica. El mexicano pitó un penal en favor de los portugueses y expulsó a dos jugadores de Boca, aunque también le mostró la roja a uno del conjunto luso. Aun así las críticas cayeron en cascada, al calificar su trabajo de robo.

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