“Ojalá algún día seas entrenador para que entiendas de qué hablo”, decía Hugo Sánchez a Rafael Puente del Río mientras hablaban sobre el funcionamiento de la Selección Mexicana. El Pentapichichi demeritaba los argumentos de su compañero de mesa porque nunca había fungido como técnico profesional, pero lejos de ofenderse, el todavía comentarista aseguró que “un día lo seré, si Dios quiere”; frase que tuvo su auge en la Final del 2017 cuando logró el ascenso con Lobos BUAP, mientras él corrió toda la cancha directo a abrazar a su padre.

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Rafa Puente Jr siempre quiso ser entrenador profesional, pero antes de eso fungió como actor en Televisa -incluso compartió elenco con Diego Dreyfus- y después como analista en televisión. Cuando llegó a ESPN, se dedicaba a hablar sobre las estrategias y parados tácticos. Pero Hugo, cada vez que estaba en desacuerdo con él, utilizaba el argumento de que no podía hablar si no había estado en la cancha.

“Algunos aquí hemos sido entrenadores y otros no”, decía, pero del Río sonreía mientras lo veía directo a los ojos, ya que sabía que el momento estaba cada vez más cerca. En 2016, Lobos BUAP, equipo del entonces Ascenso MX confió en él para ser el entrenador. Y, para sorpresa de todos, de inmediato los llevó a la Final. Aunque ganaron, tenían que imponerse al ganador del torneo anterior (Dorados de Sinaloa), y el vencedor tomaría el lugar de Jaguares de Chiapas en la primera división.

Uno a cero y dos a dos fue el marcador de los dos partidos. Lobos BUAP logró su regreso a la Liga MX y, en lugar de enaltecerse a sí mismo, Rafa Puente del Río corrió toda la cancha empapado de Gatorade que le arrojaron por los festejos para abarzar a su padre, Rafael Puente Suárez, ex portero del Club América y Atlante. “Eres un fregón, yo siempre confié en ti”.

Lobos BUAP, un equipo ¿golpeado por el arbitraje?

La misión de Lobos BUAP en Liga MX era mantenerse en primera. Pues ya habían antecedentes (Dorados de Sinaloa y U de G) de equipos que en cuanto ascendían, de inmediato perdían el rumbo y regresaban a la segunda categoría. El inicio fue aceptable, con un décimo lugar y 23 puntos que los mantenían en la media tabla de la porcentual. Pero a partir del 2018, empezaron los problemas.

Rafa Puente se empezó a quejar de los arbitrajes contra Chivas y Pumas. Por decisiones que, en su criterio, iban directamente al marcador; más allá de entender que cualquiera se puede equivocar. Del Río citaba como “incapacidad para arbitrar en primera división” a los silbantes que, parecía, marcaban en su contra a propósito para regresarlos a segunda.

“Invito en este espacio a que la Federación en las designaciones entienda y comprenda la relevancia que se juega esta institución y contra lo mucho que tenemos que luchar. Como para que además, tengamos que pelear contra la incapacidad de una persona. Que puntualmente se encargó de perjudicarnos y favorecer al arbitral”, confirmó en conferencia de prensa.

Las declaraciones tuvieron peso, pero sólo para terminar de hundirlos. En ESPN, Rafael Puente padre, Héctor Huerta y José Ramón coincidían en que los arbitrajes ya eran demasiado tendenciosos contra Lobos BUAP. Al punto en el que parecía campaña, así como reclamó Matías Almeyda en el Apertura 2017 tras el partido ante Monterrey: “cómo les dolió que Chivas fuera campeón”.

El único protestante era Ricardo Peláez. Quien aseguraba que el arbitraje es justo siempre en el futbol mexicano y se equivoca a favor y en contra. No obstante, cuando Hugo Sánchez le dijo que él mismo vivió partidos arreglados en México. Al directivo no le quedó de otra más que recalar con la cabeza: “ay, cabrón”.

¿Qué pasó con Lobos BUAP?

Lobos BUAP solamente sumó nueve puntos en el Clausura 2018. Por ende, quedaron últimos también en la tabal de cocientes y regresaron a la división de ascenso. O al menos, eso tendría que pasar, porque como Cafetaleros no cumplía con los requisitos suficientes para tener un equipo de primera divsión -según la FMF- Lobos BUAP continuó en primera.

Esto, pero sin Rafael Puente Jr como técnico, pues lo cesaron luego de un par de semanas. Al final, el club sí desapareció, pero porque le vendieron la franquicia a Bravos de Juárez. Equipo que hasta la fecha está en la Liga MX pero nunca se ganó su ascenso de manera deportiva.

Hasta el día de hoy, en 2025, Lobos BUAP es el último equipo que ascendió a la Liga MX deportivamente (en 2017). Y desde la abolición del ascenso y descenso por “la pandemia del covid”, no ha habido un sólo club más que pierda o gane la categoría en cancha. Todo bajo el lema de que no cumplen con los requisitos suficientes para un club de primera (capacidad de al menos 20 mil personas en su estadio).

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