Con la tecnología de Google Traductor

Mira

Mira ESTO
Fecha

27, mayo 2025 - 17:21

┃ José Ángel Rueda

Gabriel Milito se convirtió en un líder desde que era futbolista / Foto: David Tamayo

Gabriel Milito se convirtió en un líder desde que era futbolista / Foto: David Tamayo

En el pasado, la palabra mariscal tenía una connotación marcial; era un juez que tenía a su cargo el castigo de los delitos. En algunos países, también, reserva su título para el grado máximo del ejército. Con los años, sin embargo, el sustantivo ha recalado en la épica deportiva, como aquellos encargados de impulsar el juego desde su prodigiosa mente; aquellos que mandan dentro del campo por su liderazgo. algo así como lo que representa Gabriel Milito dentro y fuera de la cancha.

Tal vez te interese: Gabriel Milito no llega solo: así está formado su cuerpo técnico en Chivas

No resulta curioso, por lo tanto, que cada una de las cualidades de lo que supone el sobrenombre encuentre una parte de Gabriel Milito, aquel defensor que desde muy temprana edad mostró un liderazgo impropio de un jugador tan joven, y que desarrolló con los años hasta convertirse en técnico.

El estratega pone a disposición su don de mando para convencer a los suyos de lo que entiende por una idea de juego, una certeza tan natural como el hecho de que, antes que futbolistas, los protagonistas son humanos.

Gabriel Milito debutó en Independiente tras dejar las inferiores de Racing

La historia del “Mariscal” comenzó en Avellaneda. Cuando era un niño, comenzó en las inferiores de Racing, pero el rojo de Independiente siempre se le dio mejor. Posicionado en la parte baja de la cancha, Milito destacó pronto como un defensor central con cualidades incluso contradictorias. Lejos de ser un defecto, los picos de rendimiento en cada uno de sus extremos lo convirtieron en defensor sumamente completo que cumplía con crecer en las facetas que exige el juego: fuerza, técnica, liderazgo, inteligencia.

Aún era una promesa cuando Gaby se convirtió en capitán de Independiente y el cúmulo de virtudes lo hicieron ídolo. Su hazaña quedó registrada para siempre como la del jugador más joven en la historia del rojo en portar la banda, cuando apenas tenía 20, la muestra inequívoca de un líder nato para quien la edad resulta circunstancial.

El cabello rizado a merced del viento daba a Milito cierta épica. El defensor era capaz de cortar el juego, pero también de darle vida. Su pulcra salida lo potenciaron a nuevos horizontes, el Barcelona de Guardiola, como el más atractivo de todos. Las lesiones, sin embargo, frenaron al jugador, pero no al potencial entrenador que nacía en esos largos periodos en los que debía permanecer afuera de la cancha.

Milito destaca por su liderazgo y el factor humano

Más allá de sus ideas y del juego de posesión que pretende imponer en cada equipo que dirige, como una herencia, muchos hablan del liderazgo del mariscal como su principal cualidad. Milito ya lo traía en la sangre, pero el tiempo le reveló algunos secretos.

“Es muy importante que los entrenadores sepamos manejar el factor humano. No hay que perder nunca de vista una obviedad: el futbolista es una persona, antes que nada. Si vos no le llegás a su corazón, no vas a conseguir mucho de él. Y la mejor manera de entrar en su corazón no es la ‘palmoterapia’, sino decirle la verdad. Lo que quiere escuchar y lo que no quiere escuchar, y de la manera más sincera. Y ahí es donde el jugador se entrega”, reveló el entrenador en una entrevista para el diario La Nación.

¡Ya tenemos canal de WhatsApp! Síguenos, activa la campanita y recibe las noticias deportivas

Yo relaciono el acto de ganar con el convencimiento, y es muy difícil convencer a un grupo si vos no estás convencido. Vos convencés a través de la pasión, y las cosas que te apasionan son las que sentís: las genuinas”, confesó el nuevo entrenador de las Chivas, quien buscará convencer al rebaño de aquellas cosas que parecen olvidadas.