“No mames, Tomás”, le dijo Omar Bravo al Jefe Boy cuando le marcó por teléfono para sugerirle fichar por Atlas, rival de Chivas en la ciudad de Guadalajara. La afición tenía al mochiteco plenamente identificado como un delantero rojiblanco y, al llegar a la Academia, sabía que tendría a ambos públicos en contra, aunque al final, su nivel le dio para regresar hasta la Selección Mexicana.

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“Reconozco que en Cruz Azul fracasé”, admitió Bravo, luego de marcar apenas siete goles en 45 partidos. Omar buscaba un reto diferente en su carrera para revitalizarse, y cuando Tomás Boy asumió la dirección técnica de los rojinegros, pidió personalmente al delantero que fuese con ellos para cumplir con el objetivo de salvarse del descenso.

El último cara a cara que había tenido Omar con Tomás fue en los Cuartos de Final del Bicentenario 2010 entre Chivas y Morelia, donde ambos se hicieron de palabras. Por eso mismo a Bravo le extrañó que Boy le llamara, e incluso pensó en rechazarlo: “¿Cómo estás, figura? Vente para acá, acá nos vas a ayudar”, dijo Tomás. Como el régimen de transferencias estaba a horas de terminar, el jugador tenía que decidirse rápido, y en su auto, le dio vueltas al Estadio Akron para meditarlo.

Bravo, en ese momento, era el segundo máximo goleador en la historia de Chivas, sólo detrás de Salvador Reyes, fue campeón en 2006 y del Guadalajara se fue a Europa con el Deportivo La Coruña y también participó en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 como refuerzo y estuvo de titular en el debut mundialista del 2006 ante Irán, donde incluso marcó un doblete.

Afición del Atlas amenazó a Omar Bravo en su llegada

La afición del Atlas repudió que Omar llegara a la institución, pero el mochiteco dijo que sólo podía ganarse su respeto con goles. Algunos le dieron el beneficio de la duda para que ayudara al equipo, pues lo que más necesitaban era unión para salir del fondo de la tabla de cocientes.

“Yo pedí a Martín Bravo y me trajeron a Omar Bravo”, bromeó Tomás en su primer día, pero de inmediato el jugador notó que habían pancartas de la Barra del Atlas con amenazas: “si nos vamos al descenso, ustedes se van al panteón, esta gente no olvida, Omar Bravo”. Por tal motivo, el delantero tenía que salir de los entrenamientos por la puerta trasera para evitar que la afición lo confrontara.

Lo que Omar quería era quitarse el peso de encima, y para ello, le llegó la oportunidad en un Chivas vs Atas amistoso por la Copa Jalisco, “dije yo, ah, pues a toda madre (sarcasmo)”, ya que el encuentro disputado en el Estadio Jalisco iba a tener a las dos aficiones con abucheos para Bravo. De inmediato, un penal a favor Rojinegro les dio la victoria, y Omar fue quien lo tiró.

Aquí surgió el falso rumor de que Omar besó el escudo del Atlas, pero nunca sucedió: “Festejé el gol, pues es un gol, pero yo reto a cualquiera si tiene una foto o video, porque hay puras babosadas, yo jamás besé el escudo del Atlas y no por demeritar a la institución”, confesó.

Omar Bravo salva al Atlas del descenso y regresa a la Selección Mexicana

La petición de Tomás Boy surtió efecto. Omar Bravo en su primera temporada marcó siete goles, y junto con Isaac Brizuela y Matías Vuoso pusieron a los Rojinegros como el tercer mejor equipo del torneo Clausura 2013 con 32 puntos, sólo detrás de Tigres con 35 y América con 32 (pero con mejor diferencia de goles).

El mochiteco se convirtió en el referente del club y “de Guadalajara ya, out”, dijo en conferencia de prensa, pues “no puedo negar la cruz de mi parroquia”, pero en ese momento él se debía al acérrimo rival. El partido clave fue contra Chivas en el Clásico Tapatío, el cual Omar quería jugar, pero arrastraba molestias en la rodilla.

“Tomás me dijo que descansara, pero yo quería jugar. Me pone y a los pocos minutos me lastimo y tengo que salir. Recuerdo que Miguel Ponce se me acerca y me dice: ‘¿ya te dio miedo?’, y yo sí, sí, contigo, sobretodo”, afirmó.

Ese encuentro lo ganó el Atlas y siguió el buen paso del equipo hasta la Liguilla. Aunque cayeron ante Santos en los Cuartos de Final, Omar marcó para el Atlas y sumó un total de 14 dianas en un año natural para los Rojinegros, los cuales sirvieron para cumplir la meta de eludir el descenso, y también para ser parte de las convocatorias de José Manuel de la Torre para las eliminatorias del Hexagonal rumbo al Mundial de Brasil.

“Yo no quería tener una mancha así en mi carrera (descenso)”, confesó.

El retorno de Bravo a Chivas y el día que superó a Salvador Reyes como máximo goleador Rojiblanco

Omar estaba solamente a préstamo con Atlas, y el dueño de su carta era Chivas, por lo que debía reportar en Verde Valle a partir del 2014, en la búsqueda de convertirse en el máximo goleador Rojiblanco de la historia. Así fue y, luego de un año con la Academia, volvió al lugar donde todo comenzó: Guadalajara.

El cuerpo técnico presentó a Bravo como el “refuerzo bomba” para el Clausura 2014 y, luego de un año y medio más de estancia con el club, ante Morelia en el Apertura 2015, superó a Salvador Reyes como máximo goleador en la historia del equipo tras marcar un doblete.

Ese mismo certamen, Omar fue el máximo goleador mexicano con 10 dianas, por encima de Oribe Peralta, quien era considerado -por Christian Martinoli y otros especialistas- como el mejor delantero mexicano del momento.

El último duelo que disputó el Mochiteco con Chivas fue en la Supercopa MX del 2016, donde marcó el dos a cero ante Veracruz, y cerró su estadía en Guadalajara con 160 goles en total y tres campeonatos.

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