El nombre que Lost Boy adoptó para subir al ring tiene una historia muy curiosa y que todavía causa risa en sus amigos y en él. Cuando apenas tenía 15 años y ya entrenaba en la Arena México, el profesor Arturo Beristáin lo invitó a una función de lucha libre, pero se perdió, por lo que en el futuro adoptaría el nombre del “niño perdido”.

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“Una vez el profesor me invitó a una función a ver. Después ya me dijo que me regresara a mi casa, pero yo tenía 15 años, no sabía andar en la calle, entonces se hizo un rollo porque mis papás hablaban por teléfono y ya, habían dicho que me había perdido“, comentó en charla con ESTO.

“Al otro día que fui a entrenar me preguntaron si yo era el niño que se perdió. Me dio un chap y lo veo como un bautizo, desde ahí me dijo que me iba a llamar el niño perdido, como cabuleando. Desde ahí se quedó, yo debuté con otro nombre, pero por las consecuencias de la vida fue que se quedó Lost Boy”, agregó.

Todavía entrena en la Arena México, aunque Lost Boy comenzó a hacer carrera lejos de casa. Eso sí, asegura que sí ve posibilidades de llegar en algún momento a luchar en el CMLL.

“A lo mejor sí, falta pulirme un poco, pero yo creo que en unos años sí puedo llegar a la Arena México”, compartió.

¿Por qué Lost Boy decidió dedicarse a la lucha libre?

Lost Boy recuerda que uno de los primeros regalos de los que tiene memoria es una máscara del Rayo de Jalisco. Así comenzó su historia de amor con la lucha libre.

“A mis tres años me regalaron una máscara del Rayo de Jalisco. Fui investigando sobre su historia y ya de ahí empezaban a salir las luchas en la tele y vi que era muy mágico desde las vestimentas, las luces, me emocionaba al ver a los luchadores, yo quería ser uno de ellos“, comentó.

“Aproximadamente a los 10 años dije que quería ser luchador. Nunca había ido a una función, fui más adelante, pero primero entrené. Estuve con un profesor por mi casa en el gimnasio Starman, ahí yo veía que había un ring y fueron ahí mis primeras maromas, después se me quitó la espinita, entrené dos veces y quedé muy adolorido, me dediqué al taekwondo y otras cosas“, añadió.

Después de una pausa en su intención de ser luchador, cuando cumplió 15 años decidió volver a intentarlo. Solo que esta ocasión lo haría en la México-Catedral.

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“A los 15 años me inscribieron en la Arena México. Otra vez vi en la televisión personajes, como que me llegó de nuevo la espinita de ser luchador, yo le decía a mis papás y me decían que estaba loco hasta que mis hermanas me ayudaron a inscribirme en la Arena México“, cerró.