Oscar Piastri tenía cinco años cuando se estrenó la película de Cars. Como buen niño, podía pasar horas frente a la televisión disfrutando las andanzas del Rayo McQueen, aquel personaje que, sin saberlo, años más tarde representaría algo parecido a una inspiración al momento de estar dentro de las pistas. Si de pequeño, impulsado por su inquieta imaginación, se vislumbraba como la gran figura del automovilismo, de grande hizo su sueño realidad.

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“Me siento como el Rayo McQueen”, fueron las palabras de Oscar Piastri en su presentación como piloto de McLaren. Era febrero y pocos imaginaban que el piloto australiano se convertiría en uno de los principales aspirantes al título, como un homenaje a ese personaje que lo inspiró cuando era pequeño.

Después de seis carreras, Piastri domina de manera contundente el campeonato. El piloto australiano acumula 131 unidades, apenas por encima de su compañero Lando Norris. El hecho de que los dos McLarens estén en la cima lo impone como un claro favorito al título, en esas extrañas épocas en las que un gran piloto y un gran auto se presentan para marcar una época.

Tanto Piastri como Norris han logrado desafiar el dominio de Max Verstappen. El neerlandés figura en el tercer lugar del campeonato de pilotos, pero algo en esa maquinaria que lo había convertido en un piloto invencible ha perdido fuerza. El nombre de Piastri acapara los titulares como aquel prodigio que a sus 24 años ha llegado para darle frescura al circuito.

Mark Webber, el hombre detrás de Oscar Piastri

A Oscar Piastri y a Mark Webber los separan 25 años, pero los une la fuerza de su idioma. Ambos pilotos australianos suponen un legado para su tierra, por lo mismo descubrieron una forma de encontrarse. El ex piloto advirtió el potencial de Piastri y no dudó en sumarlo a su equipo. A partir del 2020, Webber se hizo cargo de la carrera del joven de 19 años y prometió potenciar sus aptitudes, hasta llevarlo a la Fórmula 1. “Mark y su mujer Ann, quienes negociaron con Prema. A partir de ahí, tomó las riendas y se encargó de todo”, declaró en su momento el padre de Piastri.

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La carrera de Piastri avanza a un ritmo vertiginoso, como fiel representación del mundo de la velocidad. Aquel niño que soñaba con ser como el Rayo McQueen y que posteriormente incursionar en carreras de autos a control remoto ha quemado una a una las etapas que supone el automovilismo: el karting, la Fórmula 4, la Fórmula 3, la Fórmula 2, la Fórmula 1. Seguramente, el campeonato de pilotos supone una meta que más temprano que tarde cruzará.