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Fecha

14, abril 2025 - 6:00

┃ Rubén Beristáin

Mario Cortés ' Cuemanche', el hombre detrás de los carteles del Mundial del 2026 / Foto: Oswaldo Figueroa

Mario Cortés ' Cuemanche', el hombre detrás de los carteles del Mundial del 2026 / Foto: Oswaldo Figueroa

Lo que empezó como una historia infantil y juvenil, terminó convertido en arte mundialista. Mario Cortés dibujó su propio destino. La historia de Cuemanche, como artista de los tres pósters mexicanos para el próximo Mundial de 2026, no nació de la nada. Su pasión por el deporte comenzó desde niño. No como espectador, si no incluso como protagonista en los campos de futbol.

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“Toda mi vida ha formado parte importante de mi vida y formación, de lo que soy como mexicano. Fue un pretexto para convivir, guardo recuerdos desde que encontré una actividad física. Entrené futbol un rato, yo era portero, son recuerdos con mucho cariño”, aseguró a ESTO, con emoción.

La historia comenzó en Monterrey, durante el Juego de Leyendas del año pasado y después de haber realizado un póster conmemorativo para ese evento. Lo entregó con pasión, sin imaginar que sería el primer paso hacia una convocatoria global. “Por ahí comenzó el reto. Les gustó mucho el resultado y me dijeron que participara en el evento de FIFA. Me llegó la invitación, la convocatoria fue en octubre pasado, en marzo dieron su veredicto”, recordó.

La noticia de su selección no lo olvida y lo recuerda como si fuera ayer debido a que fue un momento cargado de felicidad. El artista de 30 años no olvida de dónde viene, de los trazos que hacía con el corazón, del futbol como refugio, y de un póster que, sin saberlo hace no mucho tiempo, le abrió la puerta a su Mundial.

Sentí mucha emoción, alegría y orgullo. Fue muy sorpresivo. Yo traté de plasmar mi idea, lo dejé en manos del jurado, fue emocionante con la expectativa y la emoción. Cuando dieron la noticia traté de estar tranquilo porque fue un logro profesional y personal en todo sentido“, remató.

¿Por qué decidió apodarse Cuemanche?

A partir de este año, el nombre de Mario Cortés, pero sobre todo el del artista Cuemanche, sonará por todo el mundo como el ilustrador mexicano que hizo posible tres de los pósters para la próxima Copa del Mundo. No ha sido sólo un apodo cualquiera, ha sido su construcción como profesional de los trazos.

“Este nombre nace como una intención de encontrar mi propia voz. Podría decir que tiene su origen desde que era niño, uno trata de encontrar quién es y de dónde viene, fue un camino interesante en el que justo el nombre de Cuemanche es el resultado de esta búsqueda de crearme una identidad. Buscando un nombre comencé a juntar letras y surgió. Ha sido un nombre que se ha vuelto mi identidad. Buscas en internet Mario Cortés y salen veinte, treinta personas con el mismo nombre pero buscas Cuemanche y sólo aparezco yo”, aseguró.

Sobre el mensaje que actualmente le mandaría a aquel estudiante de Diseño y Comunicación Visual en la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM (FAD), Cortés lo tuvo claro. “Le diría que siempre siga siendo curioso, que no tenga miedo de salir al mundo exterior. Mantenerse fiel a lo que es, a lo que intento ser, eso, seguir echándole ganas, buscar proyectos que sean retadores, no quedarse en su zona de confort. Que llegar a esto fue difícil, que no fue de un día a otro y que hay que tener paciencia y trabajar mucho. Que vale completamente el esfuerzo“, aseveró.

Mario Cortés reveló que valió la pena la presión mundialista

El trabajo detrás de los pósters mundialistas no fue sencillo. No sólo por el alcance global del encargo, sino por la carga emocional y cultural que implicaba retratar la esencia de las ciudades mexicanas ante los ojos del mundo. Cuemanche lo vivió con intensidad, pero también con entrega.

Ha sido bastante presión estar en un trabajo tan mediático, pero lo intenté dejar a un lado para entregarme a la búsqueda de crear una obra completa, que tuviera una riqueza visual, con una intención compositiva exigente, que todo tuviera una razón de ser en estructuras y templos. Todo se organizó para que fuera armónico. Que se pueda apreciar esta intención con mucho cariño y amor, dedicación. Si me imaginé que esto iba a pasar, de alguna manera así, porque armar un proyecto de este tipo merece mucho compromiso de representar dignamente a las ciudades”, finalizó.

¿Cómo se le ocurrieron a Mario Cortés ‘Cuemanche’ los diseños para la Copa del Mundo 2026?

En cada ciudad, un trazo. En cada trazo, una historia. Así es como Mario Cortés, mejor conocido como ‘Cuemanche’, entendió el reto de ilustrar los pósters mexicanos para el Mundial 2026. No únicamente como un simple encargo gráfico, si no como una oportunidad de mostrarle al mundo cómo es México, más allá del futbol y cuando se habla desde su raíz cultural.

Antes de que ruede el balón, nuestro país ha comenzado a contar su historia en tres ilustraciones que planean ser la mejor carta de presentación de la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara. “No digo que sea perfecto, pero sí tiene una intención gráfica y ambiciosa que espero se haya cumplido y ojalá sea apreciada. Me encantaría que fuera el retrato de las ciudades y un pretexto perfecto porque es la carta de bienvenida al Mundial para quiénes nos visitan, que sea un elemento de orgullo, que lo sintamos como nuestro y genere una identidad y sean recordados de este evento tan importante”, aceptó en plática amena con el Diario de los Deportistas.

El reto fue monumental para el joven ilustrador. Representar visualmente a las ciudades sedes de la próxima justa no implicó sólo elegir colores y monumentos. Tuvo que escarbar en la historia, seleccionar símbolos correctos y luego sintetizarlos en una misma imagen.

“Fue un trabajo complicado porque todas las ciudades tienen diferentes monumentos, muchos lugares icónicos a lo largo de su historia. En general son lugares representativos, muchos quedaron fuera, fue hacer referencia al legado histórico y artístico. Estos lugares guardan mucho de la historia de quienes hemos sido como mexicanos. Yo iba en mi bici por la ciudad y desde mi visión decía que era perfecto para el póster”, afirmó.

Mario Cortés revela que intentó tener símbolos de orgullo y herencia en cada ciudad

En las ilustraciones hubo espacio para lo simbólico: Cuemanche eligió incluir figuras que fungieran como guardianes de cada ciudad, personajes que transmiten orgullo, resistencia y herencia. “Fue un elemento importante. Fue una búsqueda de elementos que representen a la ciudad. Fueron los Guerreros Jaguar y Águila en la Ciudad de México, hablan de una herencia cultural histórica que brindan un sentido de orgullo y un escudo, algo que mostramos al mundo en nuestra identidad. Me pareció una buena idea rescatar un elemento tan histórico como las catrinas en Monterrey o en Guadalajara, la ciudad es resguardada por la ilustración de dos danzantes con máscaras de los Tastoanes”, explicó.

“Yo pienso que tiene la intención de ser un retrato de quiénes somos, de los elementos que nos conforman. Hablan de estos elementos que encontramos alrededor nuestro y que forman parte de la vida de estas ciudades. Intento acercarme a todos los elementos que nos han dado identidad a lo largo de la historia”, añadió.

Más allá de lo visual, buscó provocar una pregunta: ¿qué me representa de México?, de hecho ese cuestionamiento fue su motor. “A nivel local me encantaría que fueran llamativos, una invitación a verlos a dedicarle más de uno o dos segundos para apreciarlos. Es la oportunidad de preguntarnos qué nos representa. Espero que quién los vea se acerque a ellos, en una invitación a preguntarnos quiénes somos”, finalizó.

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Cada póster es más que un dibujo. Es un espejo cultural, una historia dibujada para decirle al mundo quiénes somos los mexicanos.