El deporte se conforma de suspiros, a veces por lo que es y otras tantas por lo que no fue. Randal Willars y Kevin Berlín tenían clavada una espina desde el verano pasado cuando buscaron subir al podio en los Juegos Olímpicos de París 2024 y al final culminaron en el quinto lugar. Hoy, en la Copa del Mundo de Guadalajara, parte de esa espina salió, al ganar una anhelada medalla de plata ante su gente.

No era el mismo escenario, pero hay victorias capaces de sanar y encaminar. La dupla mexicana conquistó la plataforma de 10 metros sincronizada y ofreció una actuación digna de lo que el público pedía. La afición tapatía impulsaba con aplausos a sus héroes y ellos correspondendieron con clavados bien ejecutados.

Aunque en los clavados no se sabe, nunca estuvo en riesgo el podio para los mexicanos, al contrario, con el paso de las rondas la única duda era saber de qué color sería la medalla. Por momentos, daba la impresión de que tenían todo para pelear por la presea dorada, sin embargo, el pulso con China suele ser complicado y en un abrir y cerrar de ojos, los asiáticos tomaron la delantera, más por una cuestión de perfección de su parte que por algún marcado error mexicano.

Randal y Kevin libraron la presión y ya en su último clavado, cuando había que caer de cabecita, como marca el argot, finiquitaron una actuación convincente, no solo porque representó la plata, sino porque confirmaron una vez más estar en la élite de los sincronizados, justo en el inicio del ciclo rumbo a Los Ángeles 2028.

México concluyó con un total de 435.45 puntos, apenas por debajo de China, con 449.49. El podio lo completó Rusia, bajo bandera neutral, con 400.32.

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