La NBA es una de las ligas mejor organizadas del mundo, pero esto no la exenta de sufrir algunos altercados de vez en cuando, con Malice at the Palace como el más infame de todos.

Podría interesarte: ¿Cuánto gana una mascota de la NBA? El salario de Rocky de los Nuggets está de locos

Fue el 19 de noviembre de 2004 cuando dos de las instituciones más competitivas del momento, Detroit Pistons e Indiana Pacers, se vieron las caras después de que los primeros hubieran eliminado a los segundos en las Semifinales de la campaña anterior.

La rivalidad encontraría su pico en el partido celebrado en el Palace of Auburn Hills de Detroit, donde los Pacers ganaban de visita a escasos segundos del final.

Fue entonces que Ron Artest le provocó una falta por detrás a Ben Wallace, misma que caldeó los ánimos en la duela.

Mientras se daban los empujones, el agresor quiso burlarse y se recostó sobre una mesa, pero no contaba con que un aficionado en las gradas de nombre John Green le arrojaría un vaso de Coca-Light directo al rostro, lo que comenzó la verdadera contienda.

Enfadado, Artest buscó al aficionado en las gradas junto a otros compañeros lo que ocasionó una golpiza con varios aficionados y la lesión de un locutor, que sufrió una fractura de cinco vértebras y una lesión en la cabeza.

Luego de esto, los jugadores volvieron a la cancha, sólo para enfrentarse a una serie de personas que invadieron el terreno de juego, una de las cuales fue noqueada por el propio Ron, mientras que Stephen Jackson y Jermaine O’Neal dejaron a otro invasor inconsciente.

Tras esto tuvieron que intervenir los asistentes del equipo junto con varios suplentes hasta que todos se fueron a los vestidores.

¿Cuáles fueron las consecuencias de Malice at the Palice?

Naturalmente la NBA no dejó estos actos sin castigo, y preparó un precedente que hasta la fecha es la sanción más alta en toda la historia del deporte norteamericano tras arrojar expulsiones de 146 partidos divididas entre los protagonistas, además de 11 millones de dólares en suspensiones de sueldo.

Artest se perdió toda la temporada, convirtiéndose el más afectado, mientras que Ben Wallace, Chauncey Billups, Elden Campbell, Derrick Coleman, Stephen Jackson, Jermaine O’Neal, Anthony Johnson y Reggie Miller también ingresaron a la lista negra junto a 5 fanáticos que fueron suspendidos de por vida del estadio.

Muchos jugadores y entrenadores aseguraron que esta fue la peor pelea que habían visto jamás sobre una cancha de baloncesto, y las consecuencias fueron brutales para Indiana, que perdió su buena inercia ganadora y no pudo imponerse nuevamente a Detroit, que los eliminó en Semifinales de la Conferencia.

Debido a estos sucesos, la NBA también aprobó nuevas medidas de seguridad como la colocación de guardias de seguridad y limitar la venta de alcohol, aunque no todos se arrepienten delo sucedido, pues en una entrevista a ESPN, Stephen Jackson confesó que se sintió bien de soltar golpes a los fanáticos, pues le arrojaron insultos racistas.

¡Ya tenemos canal de WhatsApp! Síguenos, activa la campanita y recibe las noticias deportivas