El Clausura 2005 quedará enmarcado para siempre en la memoria de los americanistas gracias a que lograron su décima estrella con un equipo de época, sin embargo 6 meses después, Tigres terminó con el sueño de un bicampeonato emplumado, y por el contrario, cortó de tajo lo que parecía un proyecto capaz de regalarle más alegrías a los aficionados.

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Luego de coronarse ante Tecos con un contundente 7-4 global, los Cremas arrancaron el Apertura 2005 con la misión de lograr otro título, que parecía inminente luego de su arrolladora temporada regular en la que Kléber Boas terminó como líder de goleo.

12 victorias, 2 empates y 3 derrotas colocaron al América en la cima, con 38 puntos, por lo que en Cuartos de Final se midieron a unos Tigres que apenas y se colaron a la Fiesta Grande con 14 unidades menos tras la mitad de victorias, 4 empates y 7 derrotas.

Los Felinos venían de una fuerte inestabilidad técnica que costó la salida de Leonardo Álvarez y la llegada de Osvaldo Batocletti, quien tenía apenas 5 partidos a cargo cuando debió medirse al superlíder de la campaña.

El partido de Ida resultó un paseo amarillo, que apagó el Volcán con goles de Kléber, Pável y Cuauhtémoc, mientras que Julio César, la figura indiscutible de la serie, descontó para que tuvieran algo de vida.

¿Qué pasó en el Estadio Azteca entre América y Tigres?

Así, Tigres necesitaba imponerse por tres goles en su partido de vuelta, pero cuando parecía imposible, Sixto Peralta, y dos veces Walter Gaytán consiguieron el resultado que silenciaba al Coloso de Santa Úrsula.

Kléber parecía sacar las papas del fuego al 54′, pero América se confió, y al minuto 90′ llegó un tiro de esquina cuyo rechace le cayó al brasileño, de un currículum envidiable tras haber jugado con el Real Madrid, Milán, Benfica.

Quien ganó la Champions League con los blancos empujó el balón y doblegó a Guillermo Ochoa, quien se lanzó mil años tarde y no pudo evitar la trágica eliminación en la Fiesta Grande.

Luego de esto, Tigres cayó en Semifinales ante Monterrey en una dramática eliminatoria que el Guille Franco rescató a 5 minutos del final, mientras que las Águilas sufrieron las consecuencias de enfadar a Azcárraga, quien cortó el que hasta entonces había sido su proyecto más prometedor antes del Tricampeonato tras correr a Carrillo, con lo que cayeron en una debacle de la que tardaron varios años en poder salir.

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