Raúl Jiménez se para frente al punto penal. 11 metros más allá está el arquero, como en un paredón de fusilamiento. Si conoce a Raúl, sin embargo, sabe que no vendrá un tiro potente; por el contrario, el balón irá justo al otro lado de donde decida tirarse, impulsado por un toque sutil, y no lo podrá evitar.

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¿Cuántos penales ha metido Raúl Jiménez en su carrera?

La imagen se ha repetido decenas de veces, 42 para ser exactos, en lo que va de la carrera profesional de Raúl Jiménez. De esos 42 penaltis cobrados, ha metido 40 y ha fallado dos. La cifra es igual de impactante, se diga como se diga. El atacante mexicano presume un 95.2 por ciento de efectividad, o anota 20 por cada penalti que falla.

El récord de Raúl Jiménez es tan vistoso que a menudo le suelen preguntar sobre su técnica para cobrar los penaltis. El mexicano responde orgulloso que es algo que lleva practicando desde los 15 años, cuando jugaba en las divisiones inferiores y ya se imaginaba cobrando penales en los grandes escenarios.

“Es algo que llevo practicando desde los 15 años. No es que lo haga todos los días, pero a veces, el día previo al partido, intento patear algunos para seguir mejorando, seguir mejorando esa parte de mí. Me gusta ser quien patea los penales; lo hago desde los 15 años. Creo que esa forma que tengo de patearlos es algo que aprendí cuando era niño”, dijo el “Lobo”, en entrevista con la Premier League.

La técnica de Raúl parece sencilla, pero no lo es. El delantero suele pararse en el borde del área y, cuando llega el silbatazo, comienza la carrera. Jiménez se acerca al balón a pasitos, avanza con la vista fija en el arquero, que aguanta el duelo lo más que puede, no vencerse, plantarse en la línea hasta desatar las dudas del delantero.

Es entonces cuando surge todo el entrenamiento de Raúl, la fuerza mental para aguantar siempre más. Es en milésimas de segundo que ocurre todo. Por reglamento, el cobrador no puede detenerse por completo; una vez que arranca no hay manera de detenerse, como si fuera una carrera contra el tiempo.
Raúl espera hasta el final, el final verdadero, cuando su pie derecho encuentra el balón y debe darle una dirección. Para entonces, la mayoría de los porteros ya comenzaron su movimiento, a veces imperceptible, una ligera inclinación hacia un lado u otro que solo Raúl es capaz de advertir en medio del caos y de la expectación.

Cuando un arquero pone fuerza sobre una pierna para impulsar su lanzamiento, es que ya está perdido, porque aunque quiera volver, no podrá. Ni siquiera cuando sus ojos adviertan que el balón ya va en el aire y la ilusión óptica le diga que llega, que si lo intenta llega.

La técnica de Raúl es tan segura que poco le importa que de su gol dependa un título o la eliminatoria, casi nunca falla. “Hay que saber canalizar todas las emociones. Me ha tocado tirar en finales, en instancias importantes. Hay que prepararse, tengo un estilo que no puedo cambiar porque sería traicionarme a mí mismo. Tengo un estilo, si el portero se mueve para un lado, lo tiro despacio, raso, al otro”, contó el mexicano, alguna vez, en entrevista con Marca.

“Siempre tengo confianza en lo que estoy haciendo, trato de tomar todos los penaltis y eso me da confianza, seguiré haciéndolo a mi manera, viendo al portero y con la confianza de hacerlo”, agregó.

¿Qué porteros han sido victimas de Raúl Jiménez?

En la lista de arqueros a los que Raúl Jiménez les ha anotado desde los once pasos está el costarricense Keylor Navas, considerado como el mejor arquero de la historia de la CONCACAF. También hay figuras como el uruguayo Fernando Muslera, el inglés Jordan Pickford y hasta el neerlandés Tim Krul, aquel gigante al que Van Gaal dio entrada en un Mundial para que atajara la tanda de penaltis, por ser su especialidad.

¿Quiénes son los porteros que le han detenido penales a Jiménez?

En la historia, solamente hay dos arqueros que han sido capaces de atajarle un penalti a Raúl Jiménez: Fernando Muslera y Bono. El uruguayo lo hizo en un partido amistoso entre México y Uruguay, en el 2018. Jiménez aguantó hasta el final, pero también el charrúa. Su disparo salió al palo derecho, pero no tan colocado como habría querido.

El segundo penalti fallado fue en el 2020, con el Wolverhampton. Raúl esperó hasta el final, pero el constante movimiento del portero marroquí lo desconcentró y su disparo buscó el palo izquierdo, sin éxito. Aquella falla fue especialmente dolorosa porque supuso la eliminación de los Wolves de la Europa League en manos del Sevilla.

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