La secuencia es icónica: Soraya Jiménez saltando de alegría tras haber levantado los 127.5 kilogramos que le daban el oro olímpico en Sydney 2000. Consciente de lo que acababa de conseguir, la mexicana dio un grito liberador y de inmediato se enfiló a un costado de la tarima, donde ya la esperaba su entrenador para darle un fuerte abrazo. Aquel hombre era el búlgaro Georgi Koev, quien ha fallecido este sábado, víctima de un problema cardiaco.

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Su fallecimiento fue confirmado por la Federación Mexicana de Levantamiento de Pesas, organismo que le dedicó un sentido mensaje a través de sus redes sociales.

“Con profundo pesar, la Federación Mexicana de Levantamiento de Pesas y la comunidad del levantamiento de pesas en México se une para lamentar el sensible fallecimiento del Profesor Georgi Koev. Entrenador de alto rendimiento, formador de campeones y figura clave en la historia del deporte nacional”, se puede leer en la publicación de Instagram.

La presencia de Georgi Koev fue fundamental en la carrera de Soraya Jiménez. La campeona tenía el espíritu, pero necesitaba alguien que la guiara en el camino rumbo a la gloria. Fue entonces que conoció a Koev, quien fue capaz de sacar lo mejor de la pesista mexicana.

“Originario de Bulgaria, Georgi Koev llegó a México con una pasión inquebrantable por el levantamiento de pesas y con un conocimiento técnico que transformó por completo la manera de entrenar y desarrollar atletas en nuestro país. Su legado más inolvidable y simbólico fue su trabajo con la inolvidable Soraya Jiménez, a quien acompañó en un proceso extraordinario que culminó con la histórica medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 —la primera presea dorada conseguida por una mujer mexicana en la historia olímpica”, agregó el comunicado de la FMLP.

“Hoy despedimos con respeto y admiración a un hombre cuya huella permanece indeleble en cada atleta que entrenó. En cada competencia que vivió desde el fondo de la tarima y en la memoria colectiva del deporte nacional. Su legado vive en el corazón de todos aquellos que creen que el trabajo, la disciplina y la fe en el talento pueden transformar la historia”.

El oro de Soraya Jiménez conseguido en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 quedó para la historia. Por aquel entonces. La pesista se convirtió en la primera mujer mexicana en conquistar lo más alto del podio, una hazaña que seguirá emocionando por siempre. La campeona olímpica falleció en marzo de 2013.

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