En los últimos días Segundo Castillo se ganó el título de personaje futbolero mejor vestido, y por mucho, cuando salió a dirigir ante Corinthians con un esmokin.

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El ex futbolista ecuatoriano pronto le dio la vuelta al mundo por tal ocurrencia, y aunque no es la primera vez que sale a tirar facha en el banquillo del Barcelona de Guayaquil, si se llevo de calle a todas las estrellas del banquillo con su look.

Segundo Castillo es un ídolo del Ascenso, donde fue campeón

Antes de presumir la buena relación que tiene con su sastre, este particular personaje tuvo un pasado muy especial en México, donde jugó para Pachuca, Puebla y Dorados.

Segundo Alejandro Castillo Nazareno tuvo un largo andar por diversas ligas hasta que los Tuzos, con su ojo clínico para contratar extranjeros, decidieron traerlo del Deportivo Quito, sin embargo sus mejores momentos no se dieron en la Ciudad de los Pastes, ni con la Franja, sino con el Gran Pez, al que arribó en 2015.

En Sinaloa disputó el Clausura 2015, en el que terminaron segundos con 7 victorias, 2 empates y 4 derrotas para sumar 23 puntos, uno menos que el Atlético de San Luis.

Luego de esto, Dorados se abrió paso en la Fiesta Grande y eliminó a Oaxaca y Necaxa para ir a la final ante el Superlíder, que no metió ni las manos y cayó 5-1 con Second Castle jugando ambos partidos.

Esto valió para que los Culichis obtuvieran medio boleto a la Primera División, a la que ascendieron tras pegarle 3-1 en el global a los Rayos, con lo que el ecuatoriano regresó así al Máximo Circuito.

El jugador que dominó a las Chivas de Matías Almeyda

Ahí, Segundo Castillo aterrorizó nada más y nada menos que a las Chivas de Guadalajara, con quienes peleaban codo a codo por mantener la categoría.

El Rebaño necesitaba una victoria, y se acercaba a ella cuando Marco Fabián abrió el ostión al 70′, pero entonces llegó la reacción del capitán ecuatoriano, que se le atravesó a los dirigidos por Almeyda con un testarazo para igualar.

El reciente campeón de la Copa MX se quedó con ganas de liguilla y tuvo un susto descomunal, pues cuando todo parecía acabar en paridad, nuevamente llegó el sudamericano, ahora con una palomita, para darle tres puntos de oro, y totalmente inesperados, a su escuadra, que al final no logró salvar la categoría.

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